GINEBRA, Suiza (AFP-NA). La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, afirmó por primera vez que hay pruebas que apuntan a la responsabilidad del presidente sirio, Bashar al Asad, en crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos en el país.Al mismo tiempo un grupo de rebeldes sirios tomó el centro histórico de la ciudad cristiana de Malula imponiéndose en la batalla gracias al lanzamiento de neumáticos repletos de explosivos.Según la Radio del Vaticano, los rebeldes sacaron por la fuerza a doce religiosas ortodoxas de su convento, situado en el centro histórico de Malula, por los rebeldes.Navi Pillay recalcó en Ginebra que “la Comisión de investigación (del Consejo de Derechos Humanos sobre Siria) produce una enorme cantidad de pruebas (…) sobre crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad (…) Las pruebas indican una responsabilidad al más alto nivel del Gobierno, incluido el jefe de Estado”.La Comisión tiene por misión investigar todas las violaciones de los derechos humanos cometidas desde marzo de 2011 e identificar a los culpables para garantizar que sean juzgados.En su último informe, del 11 de septiembre, la Comisión acusó al régimen de Al Asad de crímenes contra la humanidad y de crímenes de guerra, y a los rebeldes sirios de crímenes de guerra.Los miembros de la comisión, entre los que se encuentra la ex fiscal internacional Carla del Ponte, han acusado de crímenes en varias ocasiones a los altos responsables del régimen, aunque nunca los han nombrado.La comisión, a la que nunca se le ha autorizado visitar Siria, basa su trabajo en más de 2.000 entrevistas realizadas desde su creación con personas implicadas en Siria y en los países vecinos.





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