BUENOS AIRES (Medios digitales). El viudo José Arce sufrió el pasado viernes un ACV en plena audiencia del proceso judicial que lo juzga por el crimen de Rosana Galliano que lleva a cabo el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la localidad bonaerense de Campana.Su abogado Robero Hermo contó al sitio Online-911 que Arce se encontraba preocupado desde antes del inicio de la audiencia por el largo camino que aún le queda al proceso judicial.“Ayer me comenta que no se sentía bien porque quiere terminar con el debate”, señaló su defensor agregando que su defendido ya se siente condenado.Luego de descompensarse, el juez no ordenó suspender la audiencia, la cual prosiguió con las declaraciones de los testigos.Al llegar al hospital San José de Campana, Arce “tenía la parte izquierda del cuerpo paralizada”, dijo Hermo y agregó que por momentos “deliraba”. “El lunes van a hacerle una tomografía”, concluyó.Arce (63) está siendo juzgado por el delito de “homicidio calificado por el vínculo” de Rosana, en calidad de instigador, y es representado por el abogado Roberto Hermo.De los cuatro acusados, sólo Gabriel Leguizamón llegará al juicio detenido, ya que el viudo Arce y su madre fueron excarcelados y Paulo Leguizamón goza de una falta de mérito. El crimen de Rosana fue cometido la noche del 16 de enero de 2008, en su casaquinta del barrio El Remanso, en el partido bonaerense de Exaltación de la Cruz, cuando la víctima cenaba con su hermana Mónica. Rosana recibió a las 22.50 un llamado de Arce a su teléfono celular y, por tener poca señal, se vio obligada a salir de la casa, donde el asesino la ejecutó de cuatro balazos con una pistola. Desde el inicio de la causa, el entonces fiscal Marcelo Pernici -ya fallecido- consideró que se trató de un crimen por encargo de Arce, con quien la víctima atravesaba un conflictivo proceso de divorcio.Una de las declaraciones que más valoró el fiscal fue la de una testigo que declaró que días antes del crimen de Rosana escuchó a Gabriel Leguizamón pedir un arma a través de un teléfono, luego lo vio reunido con Arce y su madre y al término del encuentro el viudo afirmó: “Ya está todo arreglado”. La mujer relató que en enero de 2008 tenía una remisería en sociedad con Leguizamón, que vivía en su casa por problemas personales y que lo escuchó decir a través de un teléfono Nextel: “Necesito un arma, traela que la veo y la compro”. Aseguró que al rato llegó Arce junto a su madre y que al final de la conversación, el viudo dijo: “Bueno, ya está todo arreglado, ya está todo listo”.




Discussion about this post