CIUDAD DEL VATICANO, Santa Sede (AFP-NA-Agencias). El padre Federico Lombardi, vocero del Vaticano, en medio de un clima distendido dijo ayer que “casi me apena que nos acerquemos al final”, y contó a los periodistas cómo serán las horas previas al Cónclave, bromeando con un “mañana, vacaciones”.Este fue el clima distendido en el que el jefe de la prensa vaticana contó a los periodistas acreditados cómo serán las últimas horas antes del inicio del Cónclave y los momentos en que tendrán lugar las célebres “fumate”, consignó la agencia ANSA.La fecha del 12 de marzo para el inicio del Cónclave fue elegida por los cardenales con “una mayoría inequívoca, no hubo discusión o división alguna”, reveló el jefe de la prensa vaticana a la prensa.El director de la sala de prensa vaticana, refiriéndose a las horas previas al inicio del Cónclave, explicó que “el lunes a la mañana estará todavía la congregación general, hay otros cardenales que pidieron la palabra y están en lista”.También se refirió a las “fumatas” -las columnas de humo negro que salen de la Capilla Sixtina al término de una votación- y el momento en que éstas tendrán lugar.“Las fumatas estarán al fin de dos votaciones de la mañana y de la tarde y luego normalmente hacia las 7 de la tarde y en torno a las 12”, dijo Lombardi.Los bomberos del Vaticano instalaron ayer la parte superior de la chimenea de la Capilla Sixtina que ofrecerá la señal al mundo de que un nuevo Papa fue elegido, tras la abdicación de Benedicto XVI.En tanto, mientras los trabajadores de la construcción prepararon el interior de la Capilla Sixtina para el inicio del cónclave, funcionarios del Palacio Apostólico destruyeron el anillo y los sellos personales y de papeles oficiales del ahora emérito Benedicto XVI.Sobre el piso de piedra de la capilla se puso una alfombra que oculta el equipo de interferencia que se instaló para evitar que se utilice cualquier teléfono celular o dispositivos de escucha. Y de hecho, hoy, los teléfonos celulares ya no tenían recepción en la histórica capilla Sixtina. Los retos del próximo PapaCUESTIONAMIENTOS INTERNOS Y REFORMAS: Sobre todo en los países occidentales, la Iglesia enfrenta una oleada de cuestionamientos. En Austria, Alemania, Irlanda, Francia o Estados Unidos, movimientos formados por sacerdotes, religiosos o religiosas piden reformas: más democracia interna, elección de las autoridades, reforma del pontificado, de la regla del celibato de los sacerdotes o la ordenación de mujeres. Estos movimientos llevan a algunos analistas a hablar de “cisma silencioso” (en referencia al llamado Cisma de Occidente del siglo XIV, cuando varios papas se disputaban la autoridad de la Iglesia) e incluso de “protestantización”. Hay en particular una fuerte presión para que la Iglesia permita comulgar a los divorciados que se han vuelto a casar. La caída del número de vocaciones también genera demandas para reorganizar las parroquias y para que los laicos, hombres y mujeres, puedan participar en las decisiones.LA REINTEGRACIÓN DE LOS TRADICIONALISTAS: Benedicto XVI no consiguió reintegrar al seno de la Iglesia a los integristas “lefebvrianos”, que no aceptan la modernización que supuso el Concilio Vaticano II de principios de los años 1960. Actualmente la negociación sigue en punto muerto.ACULTURACIÓN Y PÉRDIDA DE VALORES: Para la Iglesia, la “globalización” del catolicismo, que en muchas partes del mundo adopta liturgias y costumbres locales, es un problema. En los casos más extremos hay cristianos que se convierten a iglesias pentecostales o incluso al islam.ABUSOS SEXUALES, PEDOFILIA: La “tolerancia cero” decretada por Benedicto XVI y la recomendación a todos los obispos de colaborar con la justicia civil todavía no se aplican totalmente. Tres cuartas partes de las conferencias episcopales han puesto en marcha sistemas de lucha contra la pedofilia pero muchas siguen siendo reacias a esas instrucciones. La conciencia de la gravedad del problema no es la misma en todos los continentes y en algunos países la justicia civil no es eficaz. En muchos países occidentales hay nuevas revelaciones de abusos sexuales masivos a menores por parte de religiosos. Algunos cardenales están acusados de haberlos encubierto durante años.CUENTAS DEL VATICANO Y CORRUPCIÓN: Durante su pontificado, Benedicto XIV logró avanzar en la transparencia de las cuentas del Vaticano y la lucha contra el blanqueo de capitales. Pero queda mucho por hacer y algunas congregaciones y diócesis, sobretodo en África, están lastradas por la corrupción. El Vaticano también se vio afectado por la crisis económica y las donaciones han disminuido considerablemente.REFORMA DE LA CURIA: La reforma de la Curia romana (el conjunto de órganos pertenecientes al gobierno del Vaticano) ha sido uno de los grandes fracasos de Benedicto XVI, un papa más intelectual que gestor.PERSECUCIÓN DE CRISTIANOS Y AMENAZAS ISLAMISTAS: Los cristianos sufren persecuciones y amenazas en varios países. El Vaticano está especialmente preocupado por las amenazas islamistas en países como Pakistán o en el Sahel africano. También está en juego el diálogo con el islam, no siempre fluido. Las relaciones con el judaísmo, en cambio, han mejorado mucho en los últimos años.MEDIO ORIENTE: El próximo papa tendrá que tratar la situación de los cristianos en Medio Oriente, donde nació la religión de Jesús. Proteger a esta minoría, hostigada en algunos países.CUESTIONES MORALES: El matrimonio homosexual, la bioética, el aborto o la eutanasia son temas que preocuparon mucho a Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ambos papas consideraban que los valores familiares no son negociables y es muy probable que el próximo papa adopte la misma línea.COMUNICACIÓN Y CULTURA: El próximo papa tendrá que continuar el diálogo con los laicos y seguir la modernización de la comunicación de la Iglesia, sobre todo a través de las redes sociales.





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