ASUNCIÓN, Paraguay (Diarios digitales). La Comuna de Areguá (a treinta kilómetros de esta capital) decidió ayer la clausura temporal de la playa municipal para evitar el ingreso de bañistas al histórico lago Ypacaraí, que se encuentra severamente contaminado, anunció el intendente de la ciudad, Osvaldo Leiva, citado por el diario Última Hora.Leiva explicó que esta medida se da por la “desesperación” de las autoridades para evitar el uso de las riesgosas aguas. “Decidimos cerrar la plaza cercana al lago para evitar que la gente acceda a las aguas”, acotó. De esta forma, las personas no podrán ingresar a la playa municipal y a la plaza recientemente remodelada.Esto afectará el flujo de personas en una ciudad cuya actividad se centra en el lago Ypacaraí, no obstante la decisión era “inevitable”, según las propias palabras del jefe comunal de la capital del departamento Central.También la doctora Gloria Berni del centro de salud de Areguá aseguró que están recibiendo una gran cantidad de pacientes con síntomas de vómitos y malestares estomacales a consecuencia de su ingreso al agua. Refirió que a tempranas horas de la mañana, la ciudad se llena de un nauseabundo olor proveniente del lago.En tanto, el ministro de Obras Públicas, Enrique Salyn Buzarquis, presentó el miércoles una denuncia formal contra más de 100 empresas y particulares que contaminan el lago.La cuenca del lago Ypacaraí atraviesa 21 municipios. La cantidad de células de algas contaminantes por mililitro en el espejo de agua se duplicó desde su hallazgo en el mes de setiembre del año pasado. Areguá está cubierta de un desagradable olor que emana de las aguas a punto tal que muchos vecinos de las inmediaciones de la playa de la ciudad están considerando pedir a la Municipalidad local que los reubique temporalmente en otro lugar.Por otra parte, “los trabajos para recuperar el histórico Lago Ypacaraí todavía siguen siendo insuficientes”, reconoció ayer durante un contacto con la Radio 970 AM, el director de planificación de la Municipalidad de San Bernardino, Eugenio Oheme.Dijo además que algunos jueces son cómplices de la contaminación del recurso hídrico, ya que otorgaron medidas especiales para que diversas empresas sigan expulsando sus desechos al afluente.El funcionario explicó que el olor pestilente que despide el lago, fue debido a la acumulación de algas tóxicas en cercanías del club náutico San Bernardino, debido a la realización de unas obras particulares.





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