GUARANÍ. El año pasando promediando enero, el grueso de los saltos, cascadas y cauces hídricos de la provincia presentaban un estado crítico en cuanto a sus caudales, en un contexto de sequías y ausencia de lluvias que vienen siendo- verano a verano – constantes en la estación más calurosa del año. El salto Krysiuuk, deslumbrante perla turística de la localidad de Guaraní, no fue la excepción: en enero del año pasado de su imponente cascada quedaba apenas un débil hilito de agua cayendo por las rocas. Esta situación en su momento incluso hizo presagiar un futuro peligroso para el recurso, asomando el fantasma de la sequía total. Sin embargo, el nuevo año y sobre todo las últimas inclemencias climáticas registradas – que en algunos casos hicieron desbordar arroyos y causaron cuantiosos problemas – terminaron por robustecer al salto Krysiuk de una manera impensada aún por el más optimista. Hoy, el caudal del salto luce vigoroso y cubre totalmente las rocas. La caída está en su mejor momento, y ya empiezan a desfilar los turistas de todo el mundo. “Una mejoría extraordinaria”Por estos días, el Krysiuk presenta el mejor momento de la cascada. Además del conjunto mayor de saltos, existe antes de la caída una serie de pequeñas cascadas rocosas, que por su caudal actual, sirven para que el visitante pueda hacerse hidromasajes naturales. Al estar tan caudaloso el salto mayor, el ambiente se ve envuelto omnipresentemente por el sonido constante y atronador de la ruptura del agua en las rocas y el lago. Una de las encargadas del lugar, contó a este diario que “no pensábamos que el salto llegaría con tanta agua para este verano, ya que el año pasado y los anteriores apenas corría un chorrito (de agua), por la seca. Por suerte y gracias a Dios, la situación se revirtió con tanta lluvia caída en tan pocos días, fueron lluvias buenas, que recuperaron los cauces, y hoy vemos una mejoría extraordinaria”. Turistas fascinadosEn una reciente visita de PRIMERA EDICIÓN al Salto Krysiuk, dialogamos con algunos de los turistas presentes. “Es asombroso este lugar. Me encanta que esté rodeado de monte, de naturaleza, que no esté todo explotado y atiborrado como Iguazú, es un lugar con mucha mística, donde te podés bañar en agua segura, bien equipado, con mucha sombre y amplia naturaleza”, opinó José Donovan, de General Chamizo (provincia de Buenos Aires). Por su parte, Delia Negrete, visitante oriunda de Mantilla (Corrientes), contó que “estamos maravillados, embelesados, nos encantó”.





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