POSADAS. En las diferentes delegaciones del Registro Provincial de las Personas el 28 de diciembre resultó un día normal en materia de casamientos. Varias parejas optaron por esta fecha para formalizar el vínculo que los unirá legalmente, pese a que hay mucha gente que decide huirle por cábala a esa fecha, a la que asemejan al “martes 13”.“Lo decidimos hace un año y en realidad no tuvimos en cuenta que era 28, queríamos que fuera el último viernes del año y coincidió, pero no nos modifica en nada, nos pareció una linda fecha”, explicó el novio, Aldo Ibáñez (28 años), de profesión diseñador gráfico, mientras sus parientes y amigos por lo bajo bromeaban. La novia, Yésica Barrientos (26), estaba feliz, espléndida y con la sonrisa dibujada en el rostro agregó que “hoy es el civil y mañana la ceremonia religiosa. Nos conocimos hace once años a través de un grupo juvenil porque íbamos los dos a la misma capilla, San Francisco Javier del barrio Hermoso. Hoy tenemos un hijo (Santiago Nicolás) de seis y esto es el broche de oro de nuestra relación, porque además acabo de recibirme de maestra”.La unión de esta joven pareja se concretó en el primer turno de la Delegación del Registro de las Personas ubicada sobre la calle Entre Ríos, que para la víspera tenía agendado otros tres enlaces más, entre ellos un matrimonio igualitario de mujeres. Lo mismo sucedió en otros puntos de la capital provincial y del interior donde el Registro tuvo una actividad normal.“Fue cambiando con el correr de los años esa tradición de evitar casarse el 28 de diciembre, eso lo observamos claramente. Hoy es un día como cualquier otro, en cuanto a la cantidad de casamientos, los cuales empiezan a aumentar siempre a partir de septiembre, que es el mes en que las personas empiezan a concretar su vínculo legal y se acentúa en diciembre”, explicó Mirta Jara, a cargo del Registro céntrico.Poco menos de veinte minutos duró la ceremonia protocolar que unió a Yésica y Aldo. Luego de recibir la “Libreta” y a pedido de los presentes sellaron el compromiso con un efusivo beso. La jornada de la víspera siguió con un festejo entre familiares y hoy será el turno de la iglesia, en la misma capilla en la que se conocieron.
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