SAN VICENTE. Marcelo Kusik es, hoy por hoy, una persona reconocida en Misiones y Corrientes por su profesión. Su afición a la meteorología viene de cuando era un chico y le gustaba mirar la lluvia y preguntarse por qué ocurría el fenómeno. Apreciaba ver cómo se formaba una tormenta y contaba cuántos truenos y relámpagos se producían.Cuando comenzó a ir a la escuela empezó a investigar y a preguntar qué eran los rayos, cómo se formaba una tormenta y por qué caían granizos. A los 17 años adoptó como su pasatiempo anotar los datos meteorológicos que escuchaba en la radio y a investigar los fenómenos atmosféricos en los libros que conseguía.Nació en 1978 y vivió toda su vida en la Colonia Guiray, a unos diez kilómetros de San Vicente. El 6 de agosto de 1995 tomó una lapicera y un cuaderno y comenzó a anotar los datos climáticos de la zona de San Vicente. “Me preocupé mucho por la falta de lluvias que había en esos días. Como soy de la chacra, la lluvia es fundamental para las plantas y los animales, y comencé a indagar por qué ocurrían las secas. Escuchaba el peligro de incendio que había y se hablaba del cambio climático y que iba a ser cada vez peor. Pregunté dónde podía conseguir algunos datos y en la zona no había nadie que se ocupaba de eso, solo el Inta que registraba y llevaba los datos de lluvias caídas en la zona”.Primero Marcelo Kusik comenzó a anotar los datos de la temperatura que escuchaba en las radios. “Anotaba los datos que daban en las radios de San Vicente, Dos de Mayo, Radio Provincia y Canal Doce de Posadas. Me di cuenta de que yo quería algo más específico y me compré un termómetro y un pluviómetro y lo instalé al lado de mi casa. Con eso sentía que mi hobby estaba completo. Pero me iba dando cuenta de que cada vez que más leía sobre la meteorología, más cosas podía hacer y anotar”.Desde 1995, Kusik lleva los datos de las temperaturas mínimas y máximas día por día, los registros de lluvias caídas cada día. La cantidad de días de tormentas, heladas y granizos que se producían junto con las olas de frío y calor y cuántas horas duraban cada una de ellas. Los períodos de secas y de lluvias y en que época del año se dan. “Con esas informaciones hice un calendario donde están anotados todos los datos del tiempo desde esa fecha hasta hoy”.El joven meteorólogo aficionado dice que es hijo de productor y como sus progenitores siguió en la chacra. “Como colono conozco los calendarios de plantaciones, pero mi interés era tener datos precisos sobre lo que iba a ocurrir los próximos días. Muchas veces saber que va a haber una seca muy larga o mucha lluvia te lleva a atrasar la siembra y no tener pérdida de semillas. Con la llegada de Internet pude profundizar mucho mis conocimientos. Compré un módem y desde casa investigaba y estudiaba sobre el clima. Así aprendí a leer los datos satelitales y a pronosticar el tiempo”.El cúmulo de informaciones que almacena Kusik en sus cuadernos es muy útil para conocer el comportamiento del clima en esta parte de la tierra. “Todos los años el comportamiento del clima es parecido. Pueden cambiar cuando se dan el fenómeno del Niño o la Niña. Las lluvias, los vientos del sur, las primeras olas de frío y de calor de cada temporada son parecidas un año al otro. Las temporadas de tormentas estivales se dan siempre en los mismos meses, al menos que haya temporadas de sequía. Eso es lo que trato de transmitirles a la gente a través de los medios cada día para que estén preparados”.“Ser meteorólogo es una pasión, no es cuestión de tener chapa o no. Yo soporté temperaturas con sensación térmica de 73 grados y 7 y 9 grados bajo cero reales para investigar y experimentar con el clima. También tuve la oportunidad de estar en un torbellino con vientos de setenta kilómetros por hora. Mi sueño es poder ver y estar muy cerca de un tornado para conocer cómo es el comportamiento de los vientos y cómo se forman y desaparecen”.En la formación Kusik fue autodidacta y estudiaba todos los textos que encontraba sobre el clima, pero en la formación de su estación experimental fue muy importante la orientación y el conocimiento que le brindó Fabio Cabello. “En junio del 2008 me contacté con el licenciado Fabio Cabello y entablamos una amistad. Yo le pasaba los datos metereológicos que registraba y él lo pasaba por los medios que trabajaba. Era la primera vez que el flujo de información meteorológica se daba desde el interior hacia la capital. Ese año, instalé, con el asesoramiento de Cabello, la primera estación metereológica automática privada del interior de la provincia”.“Ese mismo año me animé y comencé a difundir los pronósticos meteorológicos. Yo los hacía pero conservaba los datos para mí y solo lo decía a mis familiares y amigos de confianza. Uno de los pronósticos más importantes que di fue el tornado de Santa Rosa en San Pedro en septiembre de 2009. Cuarenta y ocho horas antes que ocurra el fenómeno yo lo di a conocer. A partir de entonces entablé un intercambio de información con la Policía local, los bomberos voluntarios y la Municipalidad”.“Entre los años 2009 y 2012, pude realizar trabajos más intensos como analizar y pronosticar tormentas severas, eventos de granizo, heladas tempranas y tardías y pronosticarlos con dos o tres meses de anticipación. Todos los datos están archivados”.Kusik actualmente es una de las personas más respetadas por su aporte a la comunidad y su pasión por la meteorología.





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