En 2010, cuando la conectividad rural era limitada y los teléfonos inteligentes todavía no habían llegado al campo, hablar de vender hacienda por internet parecía una rareza. Sin embargo, Emilio Herz decidió avanzar igual. Con una inversión inicial modesta, apenas dos programadores y el respaldo de una consignataria con más de un siglo de historia, apostó a digitalizar uno de los negocios más tradicionales de la Argentina.
Así nació deCampoaCampo, una plataforma que permite cotizar, vender, comprar y cobrar hacienda de forma 100% digital. Lo que empezó como una adaptación tecnológica de procesos analógicos, hoy se convirtió en un marketplace ganadero que ya superó los tres millones de cabezas operadas y suma más de 150 mil usuarios activos en todo el país.
En diálogo con el suplemento Eco & Agro de PRIMERA EDICIÓN, Herz repasa el origen del proyecto, explica cómo funciona el modelo, analiza el crecimiento en la región y reflexiona sobre el desafío cultural de incorporar tecnología en un sector históricamente conservador.

¿Cómo nació el emprendimiento?
La idea empezó a tomar forma en 2008, cuando comenzamos a escribir las primeras líneas de código. El sitio se lanzó online en enero de 2010 y se armó sobre la estructura de una consignataria muy tradicional como Pedro Genta y Cía., con más de 100 años en el sector. Lo que hicimos fue digitalizar la compañía, atacando los principales puntos de dolor de un negocio que, en general, funciona con cinco a siete empleados y muchos procesos manuales. Ahí arrancamos con los primeros programadores, armando equipo y corrigiendo sobre la marcha.
Muchos lo comparan con “el Mercado Libre de las vacas”. ¿Cómo lo tomás?
Me causa gracia, pero también me parece una analogía útil. El sector ganadero es muy conservador y a veces cuesta salir de ese pensamiento más rígido. Compararlo con Mercado Libre ayuda a entender el concepto. Una vez que el productor ya incorporó esa lógica en otros rubros, puede asimilar mejor que la hacienda también puede funcionar así, aunque en realidad lo nuestro es la digitalización de un negocio tradicional con herramientas actuales.
¿Qué servicios presta hoy deCampoaCampo?
Somos un mercado ganadero digital. El productor publica su hacienda, recibe cotizaciones directamente en el celular en un proceso muy rápido y decide si acepta o no según el precio, los plazos, el transporte o las condiciones comerciales que elija. Una vez cerrada la operación, toda la logística la gestionamos nosotros y el productor puede seguir cada paso desde la plataforma. Cuando se liquida la venta, el dinero aparece en su billetera virtual dentro del sistema, desde donde puede administrar hasta el último peso. Es la compraventa de hacienda totalmente digitalizada, de punta a punta.
¿La pandemia fue un punto de quiebre para el negocio?
No diría que fue un punto bisagra, pero sí ayudó. La pandemia obligó a muchos usuarios a confiar en procesos digitales porque no había alternativa. Eso aceleró la adopción y la confianza en plataformas online. No fue disruptivo en términos de métricas, pero sí en la plasticidad del usuario, que después de ese período entendió el modelo y ganó confianza en este tipo de propuestas.
¿Qué hacían antes y cómo detectaron esta oportunidad?
Conocíamos muy bien el negocio tradicional y todas sus deficiencias: retrabajos, tareas repetitivas, errores posibles. Elegir internet como plataforma central para procesar y digitalizar todo fue clave. En 2008 había otras opciones, como sistemas televisados, pero nuestra elección fue muy contundente. Es un camino largo, pero permite escalabilidad y sustentabilidad a medida que crece el volumen.
¿Cómo es la presencia de la plataforma en Misiones y Corrientes?
En Misiones operamos desde hace mucho tiempo, sobre todo con hacienda con destino final. En Corrientes también, tanto con vendedores como compradores. Pero el foco regional fuerte se puso en agosto de 2024, cuando armamos una mesa exclusiva para operaciones del NEA. El resultado fue excelente: este año las operaciones de la región crecieron alrededor de un 300%. Vamos a seguir profundizando ese camino.
¿Hacia dónde apuntan para expandirse?
Nuestra hoja de ruta incluye la regionalización. Estamos mirando países de la región para probar el modelo antes de ir a mercados más grandes, teniendo en cuenta la idiosincrasia de cada país. Además, seguimos ampliando los servicios de procesamiento de operaciones, incluso para negocios que no se cierran dentro de la plataforma, pero sí utilizan nuestra logística y nuestro sistema de pagos.
¿Qué reflexión final harías sobre la ganadería y la tecnología?
La ganadería está atravesando un muy buen momento en términos de precios y valores. A eso se suma la maduración del proyecto, tanto desde el lado del usuario como de la tecnología y la conectividad, incluso con herramientas como Starlink. Creo que entramos en una etapa muy positiva, donde el esfuerzo de tantos años se va a ver reflejado en crecimientos importantes. Hoy el productor puede resolver prácticamente todo dentro de la plataforma, con una auditoría perfecta de lo que sale del campo y del uso de esos fondos. Los años que vienen van a ser muy interesantes.





