En plena víspera navideña, el Boletín Oficial de la República Argentina dio a conocer el Decreto 918/2025, una medida que despeja las dudas sobre el pago del bono previsional de 70.000 pesos que se liquidará junto con los haberes correspondientes a enero de 2026.
Si bien el texto oficial utiliza la denominación de extraordinario, la medida representa en los hechos la prórroga de un esquema de asistencia que se ha vuelto estructural ante la persistente erosión de la capacidad de compra de las prestaciones básicas.
En sus considerandos, el decreto reconoce que la aplicación de leyes previas generó desfasajes que obligaron al Estado a intervenir mediante ayudas económicas mensuales. No obstante, el dato técnico que resalta en el análisis es la inamovilidad del monto, que permanece sin cambios significativos a pesar de la evolución del Índice de Precios al Consumidor en el último bienio.
El universo de beneficiarios abarca a los titulares de las prestaciones contributivas a cargo de la ANSeS, incluyendo a quienes perciben la Pensión Universal para el Adulto Mayor y las pensiones no contributivas por vejez, invalidez y madres de siete hijos.
La arquitectura legal del decreto replica el modelo de meses anteriores al establecer que el bono se pagará de forma íntegra a quienes perciban el haber mínimo garantizado. Para aquellos jubilados que superen ese piso, el beneficio será un monto proporcional hasta alcanzar el techo definido por la suma del haber mínimo más los 70.000 pesos de la ayuda.
El decreto enfatiza el carácter no remunerativo de este pago, lo que implica que no estará sujeto a descuentos ni será computado para el cálculo de otros conceptos como el aguinaldo. La Jefatura de Gabinete de Ministros ya fue facultada para realizar las adecuaciones presupuestarias necesarias que garanticen el desembolso en las fechas previstas por el calendario de pagos.
El pago de este bono llegará a más de cinco millones de beneficiarios, aunque la decisión de no actualizar el monto profundiza el debate sobre la suficiencia de los haberes mínimos frente al costo de vida actual.
La vigencia inmediata del decreto asegura que la ANSeS procese las liquidaciones durante los últimos días del año, garantizando que el primer cobro de 2026 llegue con el refuerzo ya incorporado.





