El manga, el cómic japonés, vive un momento de fuerte expansión en Posadas y ya no convoca solo a adolescentes, sino también a jóvenes y adultos que se acercan en busca de historias variadas y ediciones visualmente atractivas.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN Juan Manuel Encina de “Go Go Go Manga & Comic Store”, señaló que este crecimiento responde a una tendencia global y a un mayor acceso a los contenidos: “En los últimos años estuvo creciendo a nivel mundial, gracias a los servicios de streaming, como Netflix o Prime Video, que hicieron que el contenido sea mucho más fácil de acceder y de calidad”.
Según explicó, el manga no es un género aislado, sino una forma particular de narrar historias gráficas. “El manga es un término para referirse al cómic japonés”, indicó, y aclaró que, así como existe el cómic estadounidense, argentino o europeo, el japonés tiene “un estilo tanto de dibujo como de contar historias”, con personajes y climas muy distintos a los del mercado occidental.
Uno de los primeros aspectos que suele llamar la atención es la estética. Encina recordó su propia experiencia como lector y contó que “me llamaba mucho la estética, los colores, los paisajes que no veía en otros dibujitos de la televisión”. Esa diferencia visual, sumada a tramas profundas o dinámicas según el autor, despierta curiosidad en públicos diversos y convierte al manga en una puerta de entrada a nuevas formas de lectura.
Otro rasgo que distingue al manga es su particular sentido de lectura, que suele sorprender a quienes se acercan por primera vez. “Siempre le llama la atención a la gente, sobre todo a la persona más adulta”, explicó Encina, y agregó que muchos creen que “está impreso al revés”, cuando en realidad responde a la forma tradicional de lectura japonesa, de derecha a izquierda.
En ese sentido, detalló que el modo correcto de leer un manga implica tomar el libro desde el lado opuesto al occidental. “Si lo leés como un libro tradicional, estás arrancando por el final”, afirmó, aunque aclaró que la adaptación es rápida: “Al principio cuesta, pero no demorás nada, en tres o cuatro páginas ya le agarrás la mano”.
El acceso a estos materiales también cambió con el tiempo. Encina recordó que cuando comenzó a coleccionar manga, a los 13 años, “era súper difícil de encontrar” y estaba concentrado casi exclusivamente en Buenos Aires. Hoy, en cambio, destacó que “acá en Posadas empezó a ser un poquito más sencillo hace algunos años”, con una oferta estable y distribuidores que acercan las novedades al interior del país.
En cuanto a los gustos del público local, señaló que muchos lectores se inclinan por títulos conocidos gracias al cine y la televisión. “El público se decanta mayoritariamente por títulos bastante más famosos”, comentó, y mencionó casos como Demon Slayer, cuya popularidad creció tras su llegada a la pantalla grande. Sin embargo, también aparecen pedidos más específicos y clásicos que remiten a la nostalgia.
“Cada tanto aparece alguien que pide Dragon Ball o Ranma ½, y me sorprende cuando son chicos de secundaria”, contó Encina, quien interpretó este fenómeno como el resultado de un trabajo sostenido de difusión y nuevas versiones animadas. Para el comerciante, ese cruce generacional confirma que el manga no es una moda pasajera, sino una forma de narrar que sigue renovándose y encontrando lectores de todas las edades.









