“Compré a bajo precio, además se acercaban las fiestas”. Fue una de las últimas frases que ayer Luis Miguel Cantero, frente al juez Fabián Cardozo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de esta capital, soltó minutos antes de emitirse la condena de cinco años de prisión para el obereño de 39 años, acusado de almacenamiento de marihuana prensada.
Al fallo se llegó tras tres audiencias de debate y coincidió con lo solicitado por la fiscalía compuesta por María Gabriela Acasuso y Pablo Ricardo Di Loreto durante sus alegatos del martes pasado.
Cantero exigió ayer su libertad: “No tenía esa droga para vender… solo vi que era grande y el precio era bajo”, dijo. Agregó: “Pensé que como se acercaban las fiestas… me convenía. Además era baratísimo”.
Cantero fue detenido el 11 de octubre de 2024 en el barrio Villa Vick de Oberá. Fue su pareja la que llamó a la fuerza de seguridad porque se puso violento y la amenazó con un cuchillo, presuntamente el mismo que luego blandió ante los primeros uniformados que intentaron demorarlo.
El procedimiento finalizó con el sospechoso esposado y a su lado un bolso, lo suficientemente resistente para soportar 8,125 kilogramos de cannabis sativa.
Durante su indagatoria realizada el primer día del debate, el martes 25 de noviembre, dijo que la droga la había comprado quince días antes, que pagó “400 mil pesos porque era buena” y que no tenía intención de comercializarla: “La tenía para los amigos… y guardar un poco para mí”.
“Todos los días fumaba diez fasos por día. Sábado y domingo hasta 80 porque no trabajaba”, resaltó.
Los seis testigos, cuatro policías del Comando Sur y de la comisaría Tercera, describieron un cuadro distinto. Uno relató que vieron salir a Cantero con un cuchillo en la mano y que luego se alejó con un bolso hacia la casa de sus padres. Allí, el padre del imputado autorizó el ingreso policial, tras lo cual lo detuvieron sin resistencia y hallaron el bolso azul con el estupefaciente.
El defensor oficial Mariano Romero solicitó la absolución o la aplicación del mínimo por “tenencia para consumo” y cuestionó el procedimiento policial, pero las nulidades fueron rechazadas por el juez Cardozo.





