Jeremías nació con leucomalacia periventricular, una condición neurológica que aparece en niños nacidos prematuros, que afecta el desarrollo motor (cuadriparesia) y a Jere lo acompaña desde sus primeros días de vida. A lo largo de estos cinco años realizó terapias constantes, con avances lentos pero significativos. Sin embargo, su familia busca ahora una alternativa que pueda darle un impulso mayor a su evolución: un tratamiento experimental en México con la máquina Cytotron, una tecnología que promete estimular la regeneración de tejidos y mejorar las habilidades motoras en niños con diagnósticos similares al de Jere.
Este procedimiento no se encuentra disponible en Argentina y requiere una selección previa, ya que forma parte de una línea de investigación internacional. Jeremías logró ser aceptado y tiene fecha asignada para el 11 de febrero, razón por la cual su familia intensificó una campaña solidaria para reunir los fondos necesarios y no perder la oportunidad.
Katya Genovese relató que Jeremías, de apenas cinco años, vive con un diagnóstico de parálisis cerebral, condición que requiere terapias constantes y un acompañamiento permanente. “Es con lo que luchamos todos los días”, señaló a la FM 89.3.

Hace unos meses surgió la posibilidad de postularlo para un tratamiento experimental en México con la máquina Cytotron, una tecnología que promete acelerar el desarrollo de habilidades motoras en comparación con las terapias convencionales. Tras atravesar distintas etapas de selección, ya que se trata de un procedimiento aún en investigación, la familia recibió hace poco la confirmación: Jeremías fue aceptado.
Jere debe presentarse el 11 de febrero en México, por lo que loes tiempos apremian. El tratamiento tiene un costo de 35.000 dólares, a lo que se suman aproximadamente 5.000 dólares de estadía durante el mes que deberán permanecer en México, indicó la madre.
A pesar de los esfuerzos realizados desde principios de año, todavía falta el 50% de la suma total. Ante esto, la familia decidió hacer pública la campaña solidaria. “Cuando nos dieron la fecha tan cerca, intensificamos todo y pedimos la ayuda de la sociedad”, explicó Katia.
La familia trabaja todos los días en un negocio gastronómico ubicado en el Mercado Villa Urquiza, donde “hacemos comida de lunes a lunes” para recaudar fondos, comentó. Además, organizan ventas especiales de comidas —como pizzas y arroz con pollo— que difunden en redes.

El vínculo entre hermanos y la vida diaria de Jeremías
Katia también habló del rol clave del hermano mayor, de 12 años, quien acompaña a Jeremías en todo momento. “Son muy buenos hermanos, se llevan re bien… él ayuda mucho, siempre está pendiente”, relató.
Aunque Jeremías no camina ni habla, logró desarrollar formas de comunicación con su entorno. “Tenemos la sensación de que entiende todo. Puede responder con miradas o con un sí o no que fue aprendiendo en estos años”, contó su mamá, quien destacó los progresos logrados con esfuerzo y dedicación.
Lo dicho. Restan dos meses para que la familia pueda juntar el dinero y poder viajar. Por eso, la familia confía en la solidaridad característica de los misioneros para llegar al objetivo. “Lo hago con amor, todo es por y para ellos”, expresó Katia.
Cómo ayudar
El Instagram oficial de la campaña es @jereamexico, donde se publican todas las actividades y novedades. Mientras que el alias para colaborar es: jereamexico1.




