Los seis jóvenes acusados por la muerte de Pablo Martín Arredondo en un departamento del centro posadeño en febrero de 2020 acordaron un juicio abreviado durante las últimas horas y ante la fiscal subrogante del Tribunal Penal 1, María Laura Álvarez, penas entre 18 y 16 años de prisión por “homicidio simple en ocasión de robo”, artículo 165 del Código Penal Argentino.

Durante la siesta de ayer, se realizó la audiencia de visu entre los imputados -que tenían fecha de debate para el 4 de diciembre en el Palacio de Justicia- y el presidente del TP-1, Gustavo Arnaldo Bernie para analizar el acuerdo rubricado.
Vale aclarar que, para que el acuerdo quede firme restará que, durante los próximos diez días, el tribunal homologue la calificación y los montos de penas, previo análisis. En este punto ya deberán ser los tres integrantes del TP-1, Bernie, Viviana Gladis Cukla y Miguel Mattos (subrogante) quienes intervengan.
Según las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, las penas del acuerdo rubricado son las siguientes: para Oriana Saucedo de 24 años y Brisa Torres 24 como “partícipes secundarias” y Alan William Saucedo (26) como “coautor” a 16 años de prisión efectiva. El monto mayor, 18, alcanzó a Elías Nahuel Trinidad (26) y Miguel Ángel López (25) como “coautores” y en cuanto a Juan Alberto Barrios, hoy de 22 años, admitió su responsabilidad porque al momento del delito era menor de edad, por lo que será la jueza de Menores 1, Marcela Leiva, quien resuelva la sanción bajo el régimen respectivo.
Todos aguardaban el debate del 4 de diciembre al que llegaban acusados por “homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causa”, que preveía un veredicto condenatorio de prisión perpetua.
Durante la madrugada del miércoles 19 de febrero de 2020, los vecinos del edificio de calle Colón (entre La Rioja y Entre Ríos, frente al colegio Roque González) escucharon gritos de una discusión. Después sobrevino el silencio y siguió el descanso. Cuatro días después, un olor fétido hizo que los inquilinos avisaran al propietario. Identificaron de dónde salía el olor. Llegó la policía, el dueño les abrió el departamento y sobre la cama hallaron el cuerpo en descomposición de Pablo Martín Arredondo (37).
La investigación señaló que para robarle el dinero que Arredondo tenía para comprar un vehículo, lo golpearon y lo asesinaron ahorcándolo con un cinto. En agosto del 2023 la Cámara de Apelaciones confirmó la elevación a juicio que había sido dictada por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón.
Respecto a la investigación, los registros de cámaras de seguridad de comercios de la zona captaron los rostros de las personas que salieron del edificio luego del crimen. Entre ellas estaba una joven que aparentemente era pareja de Arredondo. La víctima se dedicaba a la compra-venta de vehículos. Oriundo de Lanús, visitó varias veces Posadas y decidió afincarse. Días previos, viajó con una de las acusadas a visitar a su familia en Buenos Aires. Regresaron con el dinero para adquirir un vehículo.
Ese era el botín por el cual fue asesinado, según indicó la Justicia en la etapa inicial. En el departamento donde ocurrió el crimen, Policía Científica secuestró dosis de estupefacientes, lo cual indicaba que esa noche, entre droga y alcohol, se desató una discusión en la cual la víctima fue golpeada en la cabeza, pero terminaron con su vida estrangulándolo sobre la cama.
Una de las hipótesis fue que intentaron sedarlo con ketamina, un anestésico de uso veterinario, pero al no lograrlo y percatarse el hombre de que lo estaban por robar, intentó defenderse. Previamente habían estado de festejo en un pub del centro posadeño y siguieron la diversión en el lugar donde alquilaba Pablo Arredondo. Lo que él no sabía era que una de las chicas le había contado a otro de los implicados sobre el dinero guardado.
Los investigadores sostuvieron que hubo un complot: las dos chicas que fueron con él hacia su departamento, dieron aviso al resto para robarle el dinero. Tras el ataque, de los seis sospechosos cinco se fueron hacia Buenos Aires.
Entre la noche del asesinato y el hallazgo del cuerpo pasó el tiempo suficiente para que todos desaparecieran. Sin embargo, cuando la noticia apareció en los medios y la policía comenzó a rastrear a los responsables, se entregaron a la Justicia o fueron capturados.




