En el marco del Día Internacional de las Escuelas para Jóvenes y Adultos, el director de Enseñanza de la modalidad en Misiones, Luis César Capaia, repasó la historia, la actualidad y los desafíos de un sistema que hoy se sostiene en toda la provincia. “El estudiante adulto viene porque quiere superarse. Trae la escuela de la vida y busca acompañamiento, aprendizaje y contención”, resaltó en comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Recordó que la fecha surge de una declaración de la UNESCO “hacia 1970, tras la Segunda Guerra”, orientada a promover la alfabetización y la inclusión educativa de personas que habían quedado fuera del sistema. En Argentina, agregó, la modalidad tomó forma durante la presidencia de Perón, cuando se creó la Dirección Provincial de Escuelas para Jóvenes y Adultos “para fortalecer a quienes habían sido excluidos y promover la identidad cultural de los pueblos”.
Actualmente Misiones cuenta con 79 escuelas distribuidas en diversas localidades, muchas de ellas funcionando en edificios compartidos con escuelas primarias y secundarias. A ese esquema se suman 33 escuelas itinerantes que permiten llegar a zonas donde aún no existe una sede fija. “No en todas las localidades tenemos presencia estable, por eso las escuelas itinerantes son clave”, explicó.
El director detalló que la matrícula es dinámica, debido a las dificultades laborales y económicas que enfrentan los estudiantes adultos, incluidos los trabajadores temporarios como los tareferos. Para acompañar estas realidades, la modalidad trabaja con un sistema modular, que permite avanzar por áreas y certificar saberes de manera flexible. “Cuando un adulto llega, ya trae conocimientos. Nosotros no hacemos una evaluación tradicional, sino que reconocemos esos saberes para que pueda avanzar”, afirmó.
Además de la terminalidad primaria, la provincia apuesta a los talleres de oficio, que hoy suman 29 propuestas diferentes. Estos espacios permiten mejorar la empleabilidad y generar ingresos. “No todas las escuelas tienen todos los talleres, pero son una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida”, indicó.

Contención y continuidad educativa
Capaia remarcó que muchas personas adultas encuentran en la escuela un espacio de crecimiento personal, pero también de apoyo emocional. “Además de aprender, necesitan contención. A veces dedicamos la jornada a escuchar, porque traen sus problemas y entre compañeros se identifican. En un aula se encuentran los iguales”, reflexionó.
Respecto a la continuidad educativa, explicó que existe articulación con escuelas secundarias para facilitar el paso de los estudiantes adultos a niveles superiores. “Motivamos para que sigan estudiando e incluso lleguen a la facultad. Depende mucho del trabajo conjunto entre directivos”, sostuvo. Como ejemplo, mencionó el caso de la Escuela Nº1 de Posadas, que articula con el nivel medio del mismo edificio.
El funcionario agradeció el acompañamiento de los medios y destacó un reciente encuentro en la costanera de Posadas, donde 20 escuelas exhibieron producciones de talleres. “Nuestros alumnos se sienten importantes cuando muestran lo que hacen. Necesitan motivación, afecto y empatía. Después de 39 años de servicio, uno ya tiene esto muy incorporado”, expresó.
Capaia adelantó que la modalidad trabaja con datos permanentes de promoción, matrícula y necesidades territoriales, y que comparan esos indicadores con la media nacional. “Somos servidores públicos y debemos responder a una política educativa inclusiva”, concluyó.








