El tercero de una serie de cinco informes del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) permite observar cómo Misiones atravesó, por un lado, un derrumbe histórico en las transferencias no automáticas y, por otro, un cambio estructural en la composición de sus ingresos que la llevó a depender cada vez menos de recursos discrecionales enviados por Nación.
La combinación de estos factores explica por qué la provincia aparece simultáneamente entre las más perjudicadas por el recorte nacional y, al mismo tiempo, entre las que mejoraron su ubicación relativa dentro del grupo de jurisdicciones de bajos ingresos y alta densidad.
El impacto del ajuste nacional en los envíos discrecionales queda expuesto en el documento: Misiones pasó de un índice 100 en 2010 a 24 en 2023 y luego a 10 en 2024, lo que implica una caída acumulada del 90% en catorce años.
Los datos por habitante muestran diferencias marcadas entre provincias con realidades fiscales muy diferentes.
En 2023 Misiones recibió 266 mil pesos constantes por habitante, cifra que la ubicó en el segmento medio. La distancia con La Rioja (808 mil pesos) casi fue del cuádruple. El informe señala que en 2024 los envíos per cápita se redujeron a 62 mil pesos, apenas por encima del promedio nacional (58 mil pesos).
La capacidad de gasto por habitante, que combina recaudación propia, regalías y transferencias no automáticas, refleja un deterioro significativo para Misiones entre 2023 y 2024. El IARAF indica que pasó de un índice 100 en 2010 a 119 en 2023 y luego descendió a 83 en 2024, una baja acumulada del 17,5%.
El informe divide al país en cuatro grupos según nivel de ingreso y densidad poblacional. Misiones pertenece al segmento de bajos ingresos y alta densidad, un conjunto de seis jurisdicciones con estructuras fiscales frágiles. Allí, la provincia se destaca porque fue una de las dos que lograron incrementos reales en la capacidad de gasto entre 2010 y 2023, avanzando desde el quinto puesto hasta convertirse en la jurisdicción de mayor capacidad relativa en 2024.
El liderazgo no surgió de un aumento en las transferencias, sino del fortalecimiento sostenido de su recaudación propia. El análisis de sumar transferencias no automáticas a la recaudación provincial muestra nuevamente particularidades.
En 2024 Misiones incrementó su capacidad en apenas 7,7% después de agregar esos envíos, ubicándose en un rango intermedio dentro de su grupo, lo que confirma que su estructura fiscal ya no depende mayormente de fondos discrecionales, sino de ingresos tributarios locales, especialmente Ingresos Brutos.
La composición de los recursos cambió sustancialmente: en 2010 las transferencias no automáticas representaban el 60% del total provincial y Ingresos Brutos el 29%.
En 2023, Ingresos Brutos explicó el 73% del total y los envíos discrecionales cayeron al 23%. En 2024, la tendencia se profundizó: Ingresos Brutos llegó al 87%, mientras que las transferencias no automáticas se redujeron al 7%.
El comportamiento nacional muestra un escenario de creciente desigualdad. Mientras Misiones retrocedió en términos absolutos, otras jurisdicciones registraron variaciones positivas.
La Ciudad de Buenos Aires mostró un incremento del 237,8% en las transferencias no automáticas desde 2010, impulsadas por un fallo judicial que modificó su coeficiente de coparticipación.
Además, la brecha entre la jurisdicción con mayor y menor capacidad de gasto per cápita se amplió del 664% en 2010 al 2.000% en 2024. El coeficiente de variación pasó del 65% al 106%, reflejando una brecha en expansión.
Situación nacional
La sumatoria nacional de recaudación, regalías y transferencias no automáticas también mostró retrocesos generalizados. Para el promedio del país, los ingresos por habitante cayeron 6 por ciento entre 2010 y 2023 y se redujeron otros 18 por ciento en 2024, lo que dejó una baja acumulada del 23 por ciento.
Solo dos jurisdicciones lograron crecer en ese intervalo completo, mientras que todas las demás experimentaron descensos, varios de ellos muy profundos.
En ese panorama, Misiones aparece como un caso particular. No pudo evitar la caída generalizada de 2024, pero sí logró consolidar una estructura tributaria más robusta, que redujo su dependencia de transferencias no automáticas y fortaleció su autonomía fiscal.





