
El campo áurico normalmente conocido como campo electromagnético que nos rodea, se divide en siete partes conocidas como cuerpos sutiles y cada una de ellas está directamente relacionada con cada uno de los siete chakras principales que envuelven al individuo de forma tridimensional, lo rodean en todas las direcciones.
Estas ondas que lo protegen, interactúan entre sí de forma que filtran todo lo que proviene del cosmos, amoldándose concéntricamente a fin de regular lo que penetra desde las esferas superiores hasta la vida física.
Estos cuerpos mantienen al ser humano dentro de algo parecido a un huevo energético, pero también lo protegen y lo conectan con las fuerzas invisibles, pues las ondas vibracionales del plano físico son más lentas que las del plano espiritual. Estos cuerpos además de proteger también regeneran, curan y recuperan energía.
Al plano físico pertenecen tres de los siete cuerpos que forman el Aura, que son:
El cuerpo etéreo, es el más cercano al físico, es la primera capa que lo rodea. Esta capa puede oscilar en 7 y 13 cm. y permite averiguar mucho sobre la persona: su grado de vitalidad, energía general, fatiga o enfermedad.
El cuerpo emocional, es la segunda capa y la que distinguimos con mayor claridad en los demás; rige los sentimientos y emociones.
El cuerpo mental, tercera capa, se relaciona directamente con nuestros pensamientos, creencias y estructuras mentales.
Al plano astral corresponde:
El cuerpo astral, que filtra lo que pasa entre el plano físico y el espiritual.
Al plano espiritual pertenecen:
El cuerpo intuitivo, donde es posible observar toda la vida de una persona.
El cuerpo celestial, asociado a altos estados de espiritualidad.
El cuerpo causal, capa ovalada que contiene a todas las demás y es el punto de unión con el Yo Superior.
Desde el punto de vista espiritual, las personas que ven el aura podrían tener sinestesia o ser más sensibles a las energías.
Nos vamos acompañando💖





