Una seguidilla de robos a comerciantes de Villa cabello fue la “gota que rebalsó en vaso” y unificó esta semana un fuerte reclamo vecinal bajo la consigna de “no damos más”.
“Los vecinos tenemos miedo, impotencia, bronca, cansancio, desconfianza, estamos hartos de los apagones y de andar por los pasillos oscuros, mientras que quienes nos despojan de lo poco que tenemos circulan libremente”, fue la síntesis que ofreció el presidente de la comisión vecinal de la chacra 150, Sandro Bogado, presente en la asamblea del miércoles último en el polideportivo “Pepe Piró”, de la chacra 149.
Allí se autoconvocaron los presidentes barriales de las distintas chacras de Villa Cabello, junto a vecinos e integrantes del Foro de Seguridad para dialogar con los representantes de la Justicia, la Municipalidad de Posadas y la Policía a fin de sacar en limpio una lista de acciones y de compromisos tendientes a “una lucha más efectiva contra la inseguridad”, dijeron.
El encuentro, plagado de denuncias verbales contra la falta de respuestas oficiales, discusiones con el juez, reclamos a la policía y a la oficina de Movilidad Urbana del municipio “por el interminable problema de la falta de alumbrado público”, dejó en evidencia el desborde emocional de los vecinos.
Según los presentes, la reunión -que incluyó fuertes cruces verbales, gritos y cuestionamientos dejó a la vista “que la comunidad está agotada y en estado de alarma”.
La asamblea fue un “desahogo colectivo”, prosiguió Bogado, según quien, “la gente estaba muy estresada, cansada. Algunos gritaban, otros lloraban, estaban desesperados porque contaban que los roban constantemente y no recuperan nada. Y encima ven que a los dos días los responsables salen y vuelven vuelven a delinquir. Es una impotencia muy grande”, aseguró el dirigente barrial.
A su turno, Lidia González, histórica referente vecinal e integrante de la Junta Electoral en las elecciones de comisión barrial también describió el punto de quiebre: “son reiterados robos en los comercios de Tacuarí, López y Planes, Blas Parera y Centenario. Los comerciantes viven con miedo. Nosotros, que tenemos una situación muy parecida en la chacra 150, nos plegamos a los reclamos”.
Para González, “el denominador común es que son las mismas personas las que actúan con una impunidad brutal mientras nosotros vivimos con miedo. Las cámaras de seguridad muestran quiénes son y están libres”, explicó.
No obstante, para Bogado y para ella, “la lista de hechos de inseguridad es más larga, y en algunos casos, más violenta”.
El reclamo: patrullas, cámaras conectadas al 911 e iluminación
Los vecinos elaboraron un petitorio que Lidia González ayudó a circular. Allí exigieron: más presencia policial real, no patrullajes superficiales; controles a personas en situaciones sospechosas, instalación de cámaras de seguridad conectadas directamente al 911, iluminación en calles y paradas de colectivos, consideradas zonas rojas; intervención en puntos de venta y delivery de droga y una respuesta integral a la situación de jóvenes en adicciones.
Sobre la falta de alumbrado público, el enojo fue particularmente duro: “Estamos haciendo rifas para comprar focos, eso es injusto. Los focos duran seis meses y movilidad urbana viene con dos focos para un barrio entero. Así no se puede. Villa Cabello está en la oscuridad total”, denunció. “Hace algunos meses tuvimos una seguidilla de robos de motos. Ninguna fue recuperada, son constantes las entraderas a los domicilios, pérdida económica crónica para pequeños comercios, ataques repetidos a locales como Electro Misiones, fiambrerías, tiendas de ropa. El barrio en un corredor delictivo”.
“A mi sobrina le robaron una moto cero kilómetro, carísima. Nunca hubo una respuesta contundente. Y siguen robando motos en el barrio; creemos que son obra del ‘crimen organizado’, que actúa con velocidad quirúrgica y desaparece sin dejar rastro”. La reunión derivó también en una discusión profunda sobre las adicciones y la falta de políticas de prevención: “Son chicos que roban porque necesitan consumir. ¿Qué hace el Estado ahí?, pedimos urgente asistencia a la Secretaría de Prevención de Adicciones”, exigió la mujer.
No obstante, la sensación este viernes fue que las autoridades “tomaron nota” y se desplegó a más policía en las calles, la Municipalidad recorrió las chacras para verificar el alumbrado público, y mucha más gente se animó a denunciar formalmente a los responsables de los robos”, dijo a este Diario la presidenta del Foro de Seguridad de la Jurisdicción Séptima, Andrea Sotelo. Pero, sobre los caminos y pasillos de la chacra 158 y 159, Sotelo fue tajante: “El municipio tiene autoridad para abrir esas calles. Hay lugares donde apenas entra una persona. No entra ni una moto o ambulancia. Eso también es inseguridad”, denunció.
“Dicen que están hartos, pero denuncian poco”
Andrea Sotelo, representante del Foro de Seguridad de la Jurisdicción Séptima y puente entre vecinos y autoridades, también brindó su punto de vista por la reunión a este Diario y aunque confirmó el “malestar generalizado”, aseguró que “muchos vecinos salieron conformes y con más esperanza”.
La mujer explicó que el pedido de la reunión surgió de la chacra 158, pero se sumaron comerciantes y varias chacras más porque la problemática es común a los 28 barrios de Villa Cabello.
“Los pedidos centrales fueron: más presencia policial, mejor alumbrado, cámaras, la presencia de un juez, que efectivamente asistió. Uno de los temas más sensibles fue el funcionamiento del 911.
El vecino se queja de que no funciona. Y sí, la verdad es que no responde. Para eso les doy mi número a los jefes barriales, porque somos el canal intermedio para pedir presencia inmediata”, explicó Sotelo.
Por otra parte, la mujer insistió en la denuncia formal:
“La gente se queja, dice que está harta, pero denuncia poco. Eso también cambió después de la reunión y ayer (por el jueves) tuvimos 20 denuncias nuevas. Necesitamos que sigan denunciando”.





