La quinta edición del Premio Docentes que Inspiran consagró a un misionero como Docente Inspirador 2025. Edgardo Doberstein, profesor de la EPET 18 de Puerto Esperanza, se convirtió en el ganador entre 2.100 postulaciones de todo el país y seis finalistas provenientes de distintas provincias. Su trabajo, basado en transformar la técnica en una herramienta de integración social, obtuvo el reconocimiento máximo en una gala repleta de referentes educativos nacionales, realizada en el Museo Fortabat, en Buenos Aires.
El docente volvió este miércoles a Misiones “feliz, feliz, cansado”, como expresó en diálogo con FM de las Misiones al recordar una ceremonia que lo conmovió profundamente. Contó que la gala comenzó “a las dieciocho horas” y se extendió hasta la noche, en un auditorio preparado para la transmisión televisiva con la presencia de ministros, autoridades y representantes de organizaciones educativas. Allí le tocó “defender” el trabajo que lleva adelante hace años con sus estudiantes.
Doberstein explicó que no esperaba convertirse en el ganador porque cada proyecto finalista representaba realidades diversas y valiosas. Relató que cuando comenzaron a anunciar las menciones especiales, una para Gabriela Büttner –también misionera– y otra para un docente de Buenos Aires, pensó que el premio mayor quedaría en manos de cualquiera de los otros cuatro. “Cuando dijeron mi nombre, no lo podía creer, me quedé así como desconectado”, recordó. Describió ese instante como un momento cargado de emoción colectiva, porque el video que presentó su historia generó una fuerte respuesta entre los asistentes.
El anuncio se mantuvo bajo reserva hasta que Clarín publicó la noticia, por lo que recién entonces pudo compartirla con su comunidad. Desde ese momento, recibió una avalancha de mensajes. “Desde las ocho de la mañana no pararon de entrar mensajes”, contó. Señaló que intenta responder uno por uno porque valora el tiempo que cada persona le dedica para saludarlo. Confesó también que aún está “procesando” la magnitud de lo ocurrido.
Entre las emociones más fuertes, destacó haber viajado acompañado por su hijo. “Decidí compartir con él este momento”, dijo, y recordó que dedicó la primera distinción a su padre, ya fallecido, mientras que el premio mayor se lo entregó simbólicamente a su hijo de 14 años, también alumno de la EPET 18. Ese gesto coronó una jornada que todavía asimila “entre el vuelo, el viaje y las cuestiones” que rodearon al reconocimiento.

Doberstein subrayó que su trabajo tiene como base la confianza de su directora, a quien reconoció como una figura clave en el impulso de los proyectos de ayudas técnicas. También valoró el papel de sus estudiantes. Dijo que “son los protagonistas” y que el recibimiento que le dieron en la escuela fue profundamente emotivo. Entre risas, recordó que antes de entrar al establecimiento ya le reclamaban que cumpla una promesa: un pollo al disco para festejar entre todos.
Sobre el rol docente, dejó un mensaje para colegas de todo el país. Afirmó que la vocación es el eje que guía la tarea educativa y expresó que se trata de “acompañar, ver a los alumnos, buscar su tiempo”, ya que esa dedicación es la que permite transformar realidades dentro del aula.
El reconocimiento obtenido por Doberstein se complementa con el impacto social de los proyectos que lidera la EPET 18. Allí, junto con sus estudiantes, desarrolló dispositivos como prótesis impresas en 3D, herramientas de aprendizaje para niños ciegos –como el reconocido “Mono Leo”– y un submarino dron para búsqueda de personas, entre otras iniciativas que vinculan la técnica con la inclusión.
La historia seguirá sumando capítulos. El propio docente adelantó que este jueves TN visitará la escuela para transmitir en vivo y mostrar cómo el premio vuelve a convertirse en un puente hacia nuevas acciones solidarias. Contó que el “Mono Leo” será entregado a un niño de Salta con discapacidad visual. “Fíjense cómo desencadena un premio y termina en ayudar al prójimo”, señaló. Consideró que esa red de vínculos es el verdadero sentido de lo que hacen como institución y comunidad.
Doberstein celebró que dos misioneros hayan estado entre los tres primeros lugares del país, junto a un docente bonaerense. Aseguró que se trata de una muestra del carácter imparcial del certamen, ya que el jurado valoró el trabajo y no el origen de cada participante.
Aún con la adrenalina del reconocimiento, cerró la entrevista con un agradecimiento. Dijo que lo que vive “marca la vida y el trabajo” y que lo más importante ahora es compartir la alegría con quienes lo acompañan todos los días en la escuela.






