Noviembre es el Mes de la Diabetes, una fecha que busca concientizar sobre la importancia de la prevención y los hábitos saludables. En este contexto, la licenciada en Nutrición Florencia Córdoba dialogó con FM 89.3 Santa María de las Misiones sobre la resistencia a la insulina, una condición cada vez más frecuente que puede revertirse con cambios en la alimentación, la actividad física y el manejo del estrés.
“La resistencia a la insulina es un estadio previo a la diabetes. Es como una prediabetes, no llega a ser diabetes y se puede revertir”, explicó Córdoba, destacando la importancia de la detección temprana. La especialista detalló que la insulina “es una hormona que tiene como función abrir la llave de la célula para que entre el azúcar. Cuando no puede cumplir esa función, el azúcar aumenta en la sangre”.
Según la nutricionista, una alimentación equilibrada y con bajo índice glucémico es clave para revertir la condición. “Hay alimentos que hacen aumentar mucho el azúcar en la sangre: el arroz, la papa, la mandioca, el pan blanco, el azúcar y la miel. En su lugar se pueden elegir panes integrales, lentejas o galletitas con semillas”, aconsejó. También recomendó aumentar el consumo de frutas, verduras y grasas saludables como el aceite de oliva, la palta y las semillas.
Además, Córdoba propuso modificar el orden en que se consumen los alimentos: “Conviene empezar el plato con verduras, huevos o carne, y dejar los carbohidratos para el final: almidones, las harinas. Así se come menos y el azúcar, al estar mezclado con los otros alimentos, no sube tan rápido en el cuerpo”
En cuanto al ejercicio, subrayó que la actividad física potencia el efecto de la insulina. “Ayuda a que funcione mejor, como si le diera más fuerza para abrir la puerta y permitir que el azúcar entre a las células y se transforme en energía”, explicó.
La nutricionista también hizo hincapié en el rol del estrés en el desarrollo de enfermedades metabólicas: “El cuerpo cree que aquello que imaginamos es real… si estamos ansiosos o estresados, aunque comamos bien y hagamos ejercicio, igual nos terminamos enfermando”. Alertó además que es clave lo que sucede con la salud mental en el país, en un contexto que es preocupante y tiene un impacto en el cuerpo.
Finalmente, destacó que en los últimos años aumentaron las consultas con una mirada más consciente: “Hoy las personas se acercan no sólo por estética, sino por salud. Hay mucha preocupación por lo que se consume, y eso es positivo”.
Sin embargo, recomendó verificar que el profesional esté matriculado y evitar seguir dietas o consejos sin respaldo científico. “La alimentación debe ser personalizada; no es igual para alguien con diabetes, celiaquía o resistencia a la insulina”, concluyó.








