Investigadores del departamento “Antisecuestro Norte” y división “Triple Frontera” de la Policía Federal Argentina, detuvieron este sábado a una joven de 28 años que guardaría relación directa con el secuestro extorsivo del lunes pasado en esta localidad a una mujer.
El procedimiento ordenado por el juez Federal de Puerto Iguazú, Marcelo Cardozo, se concretó durante la tarde en una vivienda de la avenida Marta Schwarz y facilitó el secuestro del presunto vehículo utilizado para el ilícito protagonizado por al menos tres personas entre las 21 del lunes y las 0.30 del martes (4 de noviembre).
Adentro del Ford Ka blanco hallado en la propiedad donde también fue detenida la joven, se habrían hallado elementos utilizados para el privación de la libertad de la suegra (59) de un comerciante del rubro automóviles de la zona norte misionera.
En un primer momento, trascendió que el vehículo utilizado para secuestrar y exigir el rescate de 200 mil dólares, era un Volkswagen Gol rojo. Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN confiaron que los registros de videovigilancia del 911 y las cámaras de comercios y viviendas en el barrio Villa Alta, ayudaron a descartar ese automóvil y determinaron que fue parte de la información para “despistar” que hicieron correr los delincuentes.

Como lo publicó en exclusiva este medio, pasadas las 21 del lunes se emitió el alerta entre las fuerzas de seguridad federales y provinciales, la amenaza fue clara y enviada por Whastapp a la familia de la víctima, principalmente al propietario de la concesionaria de automóviles y camionetas: “Tu mamá está secuestrada y tenés hasta la medianoche de hoy para darme 200 mil dólares (…) Yo te llamo, si llamás a la policía yo mato a S… (una menor de 4 años nieta de la mujer cautiva)”.
Una vez comunicado de lo sucedido, el juez federal de Puerto Iguazú, Marcelo Cardozo, se puso al frente del procedimiento con efectivos de Gendarmería Nacional a los que se sumaron miembros de la Policía provincial, Federal y Prefectura, que montaron el cerrojo en Puerto Iguazú y dieron el alerta a las demás jurisdicciones para interceptar el vehículo mencionado.
Pasadas las 23 la tensión aumentó y, de acuerdo a las fuentes contactadas por ese Diario, se habría concretado el pago del rescate exigido. No trascendió si se cubrió el monto pretendido por los secuestradores. Una hora después, y sobre la avenida Libertad, la mujer fue liberada. Una vez que logró quitarse la venda de los ojos comenzó a gritar por ayuda y fue un motociclista quien la asistió y llevó a su casa, donde fue recibida por su familia y los equipos de contención de las fuerzas federales.
Mientras tanto, de los primeros análisis de los investigadores, surgieron las dudas respecto a si se trataría o no de una banda brasileña. El uso de un revólver viejo y mal cuidado como el apoyado en la cabeza de la víctima sostiene la hipótesis de que sean delincuentes del vecino país los captores, porque es de uso habitual para estos crímenes usar armas calificadas como “descartables”, adulterados sus registros y sin poder rastrearse.También apuntaron que, una vez que la voluntad de pagar el rescate quedó expuesta por parte del comerciante, los protagonistas aceleraron el acuerdo por un monto menor ya que el despliegue de efectivos e investigadores rodeaba Puerto Iguazú, principalmente los pasos fronterizos habilitados y clandestinos, los apremiaba.
“Cobraron el rescate pero se hicieron pasar por brasileños”, remarcó un investigador.







