La Palta Hass se consolida como una alternativa productiva con fuerte proyección económica y tecnológica en Misiones. Desde la Estación Experimental Agropecuaria de INTA Montecarlo, el ingeniero agrónomo Luis Acuña repasa el recorrido de este cultivo en la provincia, los avances técnicos logrados en los últimos años y los desafíos estratégicos que marcarán su consolidación en la matriz agroproductiva local.
Su presencia en el territorio no es reciente: comenzó en la década de 1970, cuando distintas variedades fueron introducidas a la provincia como una alternativa frente a la crisis citrícola de aquel momento. Si bien la citricultura se recuperó posteriormente, la palta se mantuvo en pie, primero como experiencia experimental y luego como cultivo emergente. “Podemos ubicar el primer lote comercial en Campo Grande; después la producción llegó a San Vicente y Jardín América. Hoy hay nuevas zonas, con un polo interesante en Andresito”, detalla Acuña.
¿Qué explica este crecimiento? Por un lado, la adaptación del cultivo al clima local. Por otro lado, el dinamismo del mercado interno e internacional. “La fruta tiene un valor alto y sostenido. Lo vemos en supermercados, fruterías y verdulerías. Además, ya tenemos antecedentes que confirman que la palta se adaptó muy bien al clima en Misiones”, señala el técnico. A eso se suma una demanda global que continúa en expansión, tendencia que abre perspectivas para que la provincia fortalezca su producción y participación en el abastecimiento regional.
Ensayos para potenciar rendimiento:
El trabajo del INTA se concentra en comprender y mejorar la respuesta del cultivo en suelos que históricamente se utilizaron para forestación, yerba mate o tabaco. Esa condición obliga a profundizar en el manejo nutricional. “La palta tiene un alto potencial productivo y, para alcanzarlo, necesitamos nutrir el cultivo de forma adecuada. Buscar el mejor paquete tecnológico es clave para tener productividad y competitividad”, explica Acuña.
Actualmente se desarrollan ensayos en Cruce Caballero y Andresito para evaluar estrategias de implantación, fertilización y manejo. Las líneas incluyen tanto fertilizantes granulados convencionales como nanofertilizantes, una tecnología innovadora que las instituciones comienzan a validar en campo.
Para Misiones, donde los suelos presentan desafíos particulares, estos estudios son fundamentales para definir recomendaciones ajustadas al territorio.
Calidad, cosecha y manejo
Otro eje central de investigación está vinculado al manejo. El equipo técnico del INTA acumula más de dos décadas de experiencias en poda, conducción del cultivo y evaluación de madurez. En este último punto, se aplican métodos internacionales basados en la medición de la materia seca, que permiten determinar el momento óptimo de cosecha.
“Se toman muestras en distintos lotes y los análisis se realizan en nuestros laboratorios, con participación de estudiantes de la Universidad Nacional de Misiones”, destaca Acuña. Esa articulación académica fortalece la formación profesional y aporta información valiosa para productores que buscan calidad y consistencia comercial.
El punto de partida
El crecimiento reciente del cultivo impulsó el surgimiento de nuevos viveros. Frente a ello, el INTA trabaja en transferencia técnica y provisión de yemas de Palta Hass para asegurar material de calidad. “El plantín es un factor determinante. Si el productor arranca con una planta débil o mal formada, puede perder hasta dos años de producción”, advierte el agrónomo.
La búsqueda del porta injerto ideal para Misiones es uno de los desafíos en marcha. Actualmente predominan semillas de variedades mexicanas, conocidas popularmente como “anisadas”, que presentan buena adaptación y maduración temprana. Sobre ellas se injerta la variedad Hass, dominante en los mercados por su sabor, textura y duración poscosecha.
La tríade del éxito
A la hora de sintetizar los pilares para una palta competitiva en Misiones, Acuña es contundente: genética, nutrición y suelo. Esta “tríade” define el éxito productivo, acompañado de manejo técnico, análisis permanente y plantas sanas y vigorosas.
La provincia avanza así en el camino de consolidar un cultivo que combina rentabilidad, innovación y adaptación climática. En este camino, articulan instituciones públicas y actores privados que promueven la diversificación frutícola en un escenario cada vez más favorable para la palta.
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