En un contexto económico difícil, donde muchas personas no la están pasando bien, la empatía, la solidaridad y el amor toman un protagonismo vital. En las periferias, hay niños y adolescentes que sufren de crisis alimentaria, y deben recurrir a comedores y merenderos para llenar su panza.
En Garupá, un grupo de vecinas lleva adelante el merendero “Corazón Valiente”, que brinda la merienda -cuando puede- a decenas de niños y adolescentes del barrio Punta Alta y alrededores.
Rosa Ana García, la vecina que fundó el merendero explicó a PRIMERA EDICIÓN que “cada vez son más los chicos que asisten al merendero así que apelo a la gente para que me sigan colaborando para seguir dando la merienda a los niños del barrio”, dijo.
La mujer puso a disposición una parte de su casa para resguardar a los chicos que se acerquen por las tardes en busca de un vaso de mate cocido con leche, chocolatada o té. En este marco, para seguir subsistiendo y asistiendo con una comida a los más necesitados, necesita ayuda y solicitó colaboración con leche, aceite, levadura, azúcar, galletitas y harina.
“Yo estoy haciendo changas nomas y no me sobra nada, es poco lo que gano, ni para comprar un kilo de harina para el merendero”, expuso. Anteriormente, había comentado a este Diario que trabajaba en la construcción pero con la caída del sector, se quedó sin empleo formal.

También para regalar en Navidad
Además de la colecta de alimentos no perecederos y perecederos para el merendero, como ocurrió en el Día del Niño, Rosa Ana encabeza una colecta de juguetes usados, nuevos o en desuso para regalar a los chicos en Navidad.
También se puede colaborar con golosinas, retazos de tela o materiales para reciclar (tapitas, botellas, cartón, latas, rollos de papel) y materiales de manualidades.
Para colaborar o saber más se pueden contactar al número de Rosa Ana al 3764-866596.





