En la recta final hacia las elecciones generales, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) redobló su intervención en el mercado de futuros y ya acumula más de u$s6.800 millones vendidos, según estimaciones preliminares de octubre. La estrategia oficial apuntó a contener las expectativas de depreciación del peso y a evitar movimientos bruscos en el tipo de cambio oficial.
El mes estuvo marcado por una acción conjunta entre el BCRA, el Tesoro argentino y el Tesoro de Estados Unidos, en un intento coordinado por estabilizar el frente cambiario. Aunque la posición vendida aún se ubica por debajo del tope de u$s9.000 millones autorizado, el ritmo de operaciones fue intenso, especialmente en los contratos más cortos de la curva.
El vencimiento del contrato de octubre, que concentra el 20% de la posición total del Central en el mercado de A3, es ahora el foco de atención de los inversores. En la City se descuenta que el Gobierno no convalidará una corrección cambiaria antes del 31 de octubre, para evitar el costo de pagar la diferencia sobre ese compromiso.
La consultora 1816 advirtió que el mercado estará “expectante a las operaciones de la autoridad monetaria durante el rolleo”, mientras el sector privado se refugia en todas las herramientas posibles de cobertura. Empresas e inversores aceleraron la dolarización de carteras, recurriendo a la compra de divisas, a instrumentos dólar linked y a bonos en moneda extranjera.

De acuerdo con datos del BAVSA, el Gobierno llega a las elecciones con 4,76 millones de contratos abiertos de dólar futuro en las tres posiciones más cortas, mientras el segmento dólar linked muestra mayor volumen que el de tasa fija o los Boncer. Esta tendencia, aunque reflejó una búsqueda masiva de cobertura, también impulsó los depósitos en moneda extranjera, que superaron los u$s35.000 millones.
A pesar del intento de mantener la calma, el mercado descuenta que tras los comicios el Gobierno deberá redefinir el esquema cambiario. Entre los analistas predominan dos hipótesis: un ajuste de las bandas cambiarias, ampliando el techo, o una transición hacia un sistema de flotación administrada, con respaldo del Tesoro estadounidense para suavizar el proceso.
El asesor financiero Gastón Lentini evaluó que “si el oficialismo consigue un tercio, el dólar se va a calmar a corto plazo. Las bandas se van a mantener la semana siguiente a la elección. Pero después de noviembre es otro cantar, considerando los vencimientos de deuda en futuros y bonos”. Agregó que, con un eventual cambio de régimen, “podemos tener una semana de calma, pero después seguirá su curso porque no tenemos dólares ni en las reservas del BCRA ni en el Tesoro”.
Lentini también advirtió sobre un riesgo adicional hacia fin de año: “Los dólares depositados por el blanqueo del año pasado ya no van a estar obligados a permanecer en el país. Es un capital que puede salir del riesgo argentino, y no vamos a tener vendedores hasta la próxima liquidación de cosecha”.
En su informe oficial al 30 de septiembre, el BCRA había reportado un aumento mensual de u$s1.777 millones en su posición de futuros. Martín de la Fuente, del área de Research de Adcap Grupo Financiero, explicó que “en octubre se vio a un BCRA más corrido de la rueda respecto de los meses previos, una ausencia que se notó en el interés abierto, que solo aumentó 2%. Esto se debe al mayor poder de fuego vía dólar linked, que permite intervenir sin ampliar la exposición en futuros”.
Por su parte, el analista Andrés Reschini, de F2 Soluciones, estimó que la posición vendida del Central podría rondar actualmente los u$s7.000 millones. Recordó además que el Tesoro colocó deuda atada al dólar oficial por cerca de u$s4.300 millones y que el BCRA canjeó Lecaps por bonos dólar linked por casi u$s7.300 millones a principios de octubre, “para incrementar su poder de fuego a la hora de abastecer la demanda de cobertura”.







