Autor: Vasyl Cherlinka (*)
Con la agricultura digital cada vez más asentada a lo largo y ancho del mundo, la tecnología satelital ha demostrado ser una herramienta clave para comprender mejor el estado de los cultivos y mejorar la gestión del campo. Gracias a diferentes funciones, como los índices de vegetación, es posible obtener información precisa y actualizada sobre características como la salud de las plantas o la cantidad de biomasa.
Gracias a su potencial, la tecnología satelital puede ser usada por agricultores individuales o grandes corporaciones agrícolas. Y es que el uso de un mapa basado en Sentinel-2 para el monitoreo de grandes áreas agrícolas permite apoyar prácticas agrícolas más sostenibles y reducir costos.
¿Por qué es importante el monitoreo de la vegetación?
La vegetación es muy eficiente a la hora de indicar de su propio estado. Sin embargo, algunos problemas relacionados con la vegetación pueden ser difíciles de detectar de forma visual cuando acaban de surgir y su rango de acción es limitado. Aunque la exploración tradicional sigue siendo útil y puede proporcionar información valiosa, pierde efectividad y se vuelve muy costosa cuanto más grande es el terreno a explorar.
Así pues, los satélites aparecen como una alternativa más provechosa y eficiente. Gracias a ellos es posible:
- Identificar las etapas de crecimiento de los cultivos. Esto permite saber si el calendario establecido se cumple o si, por el contrario, las plantas no están creciendo al ritmo que se espera.
- Identificar factores de riesgo, como plagas, enfermedades, sequía o falta de nutrientes. Al descubrir estos problemas tan pronto como surgen, los agricultores pueden tomar medidas desde el primer momento.
- Detectar la degradación del suelo o su contenido de humedad. Ambas características son heterogéneas dentro del propio campo, por lo que conviene saber si las zonas menos productivas tienen algún problema relacionado.
- Adoptar una gestión más responsable de los recursos, evitando el uso excesivo de agua y otros insumos. Esto ayuda al agricultor a ahorrar sin que el rendimiento se vea afectado.
El poder de los mapas satelitales
A diferencia de los mapas tradicionales, los mapas satelitales tienen la capacidad de actualizarse cada poco tiempo. Es posible gracias a que la mayoría de los satélites cuenta con una tasa de revisita que puede ser diaria o de unos pocos días. Una de las formas más habituales para la creación de mapas satelitales es la descarga de imágenes de las misiones Sentinel. Se trata de una de las fuentes más usadas en monitoreo agrícola y pertenece a la Agencia Espacial Europea.
Concretamente, la misión Sentinel-2 es la adecuada para este tipo de monitoreo. Cada uno de los satélites de la misión Sentinel-2 captura imágenes multiespectrales con una resolución que oscila entre los 10 y los 60 metros por píxel, apoyándose en 13 bandas espectrales diferentes, que son ideales para el análisis de la vegetación. La tasa de revisita es de máximo 5 días en prácticamente todo el mundo, reduciéndose a apenas 2-3 días en latitudes medias.
Gracias a esas 13 bandas espectrales, los agricultores pueden detectar estrés en los cultivos, monitorear de forma constante la rotación de cultivos o la exposición del suelo, aplicar fertilizantes y otros insumos en base a las mediciones obtenidas, etc. al descargar y analizar imágenes de Sentinel-2.
Mapas satelitales para gestionar riesgos
La agricultura es uno de los sectores donde existen más riesgos a la hora de desarrollar correctamente la actividad. El clima y los fenómenos meteorológicos extremos, las plagas y enfermedades, la falta de agua, la degradación del suelo o incluso las oscilaciones en los precios del mercado pueden arruinar el trabajo de toda una temporada.
La gestión del riesgo mediante imágenes satelitales se basa en una vigilancia constante y una detección temprana de los problemas. Por ejemplo, una planta puede sufrir estrés hídrico, pero visualmente parecer sana durante los primeros momentos. El uso de imágenes satelitales permite descubrir esas pequeñas variaciones, incluso si no son visibles, para reaccionar antes de que sea demasiado tarde.
Integración de los mapas satelitales en la gestión agrícola
Desde hace tiempo, la mejor forma de integrar los datos satelitales en el flujo de trabajo es usar software especializado. Las plataformas en línea con versiones de escritorio y móvil son ideales, ya que permiten acceder a los datos desde cualquier lugar. La mayor ventaja radica en que cuentan con funciones avanzadas integradas dentro de la propia plataforma, por lo que todo el proceso de tratamiento de los datos, desde la adquisición hasta el análisis, se realiza en el mismo lugar en pocos clics.
Aunque cada plataforma cuenta con sus propias funciones y características, los índices de vegetación son una solución común en la mayoría de ellas. Al usar índices como el NDVI, NDWI, MSAVI o NDRE, los usuarios pueden crear mapas (o capas de ellos) centrándose en un parámetro concreto, como puede ser la humedad o la salud de las plantas. Otras funciones, como el análisis de series temporales o la detección de cambios, pueden ayudar a crear mapas más ricos y complejos.
Evaluar la cobertura vegetal desde el espacio mediante imágenes satelitales no es ciencia ficción, es una práctica cada vez más común en todo el mundo. Conocer cómo visualizar, descargar y analizar imágenes de Sentinel o Landsat supone una ventaja competitiva que puede hacer que una granja prospere por encima de la competencia, ayudando al mismo tiempo a proteger el medioambiente, reducir los costos y maximizar los beneficios.
(*) Vasyl Cherlinka es Doctor en Biociencias especializado en Edafología (ciencia del suelo), con 30 años de experiencia en este campo. Licenciado en Agroquímica, Agronomía y Edafología, el Dr. Cherlinka lleva muchos años asesorando al sector privado en este tipo de cuestiones.





