Un trabajo encabezado por la investigadora Daniela Ayala, del Programa de Investigación de Entomología (PreM), avanza en la identificación de insectos de importancia forense recolectados en la zona sur de la provincia.
De acuerdo a lo que contó a PRIMERA EDICIÓN durante un encuentro en el laboratorio donde la investigadora encabeza un equipo que retoma los estudios iniciados hace más de veinte años, “los resultados amplían el registro provincial y nacional de especies y fortalecen las herramientas científicas en investigaciones criminales”, dijo.
“Esta línea de investigación es la entomología forense, que es una subdisciplina de la entomología, o sea, del estudio de los insectos. Se dedica al estudio de los insectos de importancia forense y tiene aplicaciones en el ámbito civil, médico-legal y de los productos envasados”, acotó Ayala.

Según ella, en Misiones los primeros antecedentes datan de 2003, cuando la licenciada Daniela Insaurralde comenzó a trabajar junto al Poder Judicial para determinar la diversidad de especies locales útiles en pericias.
“Nosotros retomamos esa línea, utilizando los antecedentes pero con otras metodologías. Buscamos continuar identificando qué especies están asociadas a la entomología forense. Actualmente trabajamos en reservas y áreas naturales protegidas del sur de Misiones, aunque el fin es abarcar toda la provincia”, detalló.
Consultada sobre las coincidencias con los registros anteriores, la científica destacó que las especies de moscas que persistieron son las clásicas que suelen aparecer en investigaciones médico-legales.
“En este campo científico, cada insecto puede ser una pista. Conocer sus ciclos de vida y su presencia en distintas etapas de descomposición de un cuerpo permite estimar con precisión el intervalo post mortem, es decir, el tiempo transcurrido entre la muerte y el hallazgo de un cadáver”, explicó.
Y agregó: “El valor de esta información fue demostrado en casos emblemáticos, como el de Omar Carrasco, en los años noventa, resuelto en parte gracias a la evidencia aportada por la entomología forense, bajo la conducción de la doctora Adriana Oliva”.
“Por eso es importante poner en valor a todos los insectos, no solo a los que consideramos más atractivos, como las mariposas o escarabajos. También las moscas, hormigas y polillas cumplen un rol fundamental en la ciencia forense”, sostuvo la investigadora.

El factor ambiental
En Misiones, el enfoque que mencionó Ayala se combina con el conocimiento ambiental.
“Siempre decimos que la provincia es la más biodiversa del país, pero para conservar esa riqueza también hay que conocerla. En la entomología forense, los insectos cumplen una doble función: sirven como herramienta pericial y como indicadores del estado de los ecosistemas”, agregó.
Entre 2024 y 2025, el equipo de Ayala realizó muestreos en tres áreas naturales del sur provincial: Reserva Urutaú (Candelaria), Reserva Urbana Arroyo Itá y Reserva del Carpincho (Posadas).
Los trabajos, autorizados por el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), se centraron en el orden díptero (moscas), el más relevante en estudios forenses.

“Utilizamos distintas trampas, pero la más efectiva fue la trampa de botella, que lleva un cebo en su interior. Para protegerla de otros animales, la colocamos dentro de una jaula. En las áreas naturales no estamos solos: compartimos espacio con la fauna silvestre, que también hay que cuidar”, contó. El material recolectado se depositó en la Colección Entomológica del Programa de Investigación.
A diferencia de los métodos tradicionales, Ayala optó por conservar los ejemplares en seco, sobre camas de algodón, para mantener su color y forma original.
“También recurrimos a la fotografía, que nos permite construir una base de datos sin manipular constantemente el material”, explicó.
Los resultados fueron presentados en septiembre en el Congreso Argentino de Entomología, en Tucumán. “Encontramos unas 25 especies y posibles primeros registros para Misiones. Estamos finalizando la identificación morfológica y genital, y si podemos avanzar en estudios moleculares, podremos confirmar que se trata de nuevos registros para la provincia”, detalló.
En cuanto a los grupos más abundantes, predominaron las moscas, seguidas por hormigas, avispas, abejas y escarabajos. “Dentro de las moscas, las familias Calliphoridae y Sarcophagidae fueron las más representadas, lo cual coincide con la literatura internacional: son las primeras en colonizar un cuerpo o escena de crimen”, finalizó.





