Se vienen meses de mucho calor y es la temporada ideal para que los huevos de garrapatas eclosionen y se “adueñen” de los ambientes, sobre todo donde viven nuestras mascotas.
Este parásito se adhiere a la piel del perro y se alimenta de su sangre. Al hacerlo, actúan como vectores de enfermedades y, estos patógenos pueden causar irritación, anemia e incluso enfermedades como erliquiosis, babesiosis y hepatozoonosis, que pueden ser graves o mortales para nuestros canes.
Pablo Castillo, presidente del Consejo de Veterinarios de Misiones resaltó que “si bien en invierno, por ahí, detienen un poco ‘su expansión’, porque la temperatura no es óptima para que eclosionen los huevos y demás, prácticamente en Misiones tenemos una situación ideal todo el año“, dijo.
Lo importante es que con el ingreso de la primavera, se multiplican las eclosiones de huevos ambientales de las garrapatas, provocando un caldo de cultivo ideal para su expansión.
“Por cada garrapata que uno observa en el perro, es seguro que hay en el ambiente 10 o 20 más”, advirtió el veterinario a la FM 89.3 y expuso la importancia y necesidad de hacer un control ambiental en la casa, sobre todo en el espacio donde vive el perro.
En este apartado, aclaró que es “muy raro” que las garrapatas puedan transmitir enfermedades a humanos, aunque existe “un riesgo potencial” si la garrapata está infectada con una de las enfermedades caninas y después pica a la persona.
Síntomas y detección: cómo actuar
Para detectar si nuestra mascota tiene garrapatas, se puede observar su estado de ánimo y actitud. “Desde fiebre, dolor muscular, sangrados, que se agrandan los ganglios. Es decir, es una enfermedad bastante inespecífica”, explicó Castillo.
Además, “uno a veces, si no las busca no las ve a las garrapatas. Es muy común en los perros que se pongan en los pliegues de las orejas, en los pliegues entre los dedos. Entonces, por ahí puede tener alguno y no la vemos, obviamente que eso también hay que controlarlo”, confió.
En consecuencia, los métodos control son variados. “Tenemos desde comprimidos, que sería lo último que salió, que duran unas 12 semanas, es decir, tres meses la acción y que la verdad que andan muy bien. Tenemos las pipetas, líquidos para hacer enjuagues, también todo lo que son productos para mezclar con el agua y también, que esto sí es importante, hacer un control ambiental porque por cada garrapata que uno observa en el perro, es seguro que hay en el ambiente 10 o 20 más”, resaltó.

En ese marco, se aconseja, “en lugares donde hay mucha cantidad de garrapatas, que se haga un control ambiental también de las mismas, es decir, pulverizaciones, con insecticidas. Eso sería ideal, sobre todo en los lugares donde más permanece el perro. La clásica es que uno mueva la cucha, si no se puede mover, pulverizar bien adentro, abajo en los pisos, las grietas, porque es ahí donde se van a acomodar las crías”, destacó Castillo.
Sobre la características de la garrapata y cómo interactúa con el ambiente donde va a multuplicarse, dijo que “es de la familia de los ácaros y tienen mudas: esas mudas las hacen en el ambiente, sobre todo la que es la del perro. La garrapata marrón del perro -que así se llama- normalmente nace de un huevo, es una ninfa que se sube al perro, se alimenta, después de unos días de alimentarse en el perro, va al ambiente, hace una muda, cambia de hospedador. Entonces, en todos esos cambios de muda interviene el ambiente. Por eso muchas veces se recomienda, además del control sobre el animal, algún tipo de método para también ‘ir limpiando’ el ambiente del parásito”, subrayó.
Alerta bovinos
Por otra parte, el veterinario hizo hincapié en hacer controles ambientales en el espacio rural, en los animales de producción y específicamente los bovinos. En estos casos, “siempre se trata de dejar una mínima carga parasitaria en el ambiente porque si no los animales pierden la inmunidad y la defensa que tienen contra esos parásitos, y empezamos a tener problemas de que se nos enferman y se nos mueren de esas parasitosis”, advirtió.
Lo ideal es hacer tratamientos en momentos estratégicos “a la entrada de la primavera, que es donde por ahí se dan la mayor eclosión de huevos ambientales y es una forma de ir controlando la carga parasitaria”, dijo.

En este apartado, alertó que “la garrapata se está transformando en un problema para la producción, no para zonas como Misiones, donde es endémico, y nuestros animales están acostumbrados a tratar con la garrapata y con esas enfermedades parasitarias que transmiten. Pero el problema es que se ha ido corriendo hacia el sur y hoy se está detectando en Entre Ríos”.
Dijo que “nos fuimos relajando con esos controles y eso ha permitido que que expanda su área de influencia” y donde había una barrera libre de garrapatas, hoy no la hay.
Las consecuencias pueden ser graves para la producción bovina: “no solamente repercute productivamente porque cualquier parásito obviamente que va a afectar al animal y la producción que lleva a cabo ese animal, sino que también tenemos un montón de enfermedades que se pueden estar transmitiendo y que también tienen un impacto económico importante“, expuso.




