El 3 de diciembre de 1629, la Compañía de Jesús fundaba la reducción jesuítica de San Javier, de la mano del sacerdote José Ordóñez. A pesar de su notable desarrollo durante más de un siglo, la orden del rey Carlos III de expulsar a los jesuitas en 1767 produjo la dispersión de los aborígenes, que no toleraron la administración de encomenderos ávidos de riquezas. Con el saqueo de la reducción, se liquidaron todos los sueños de progreso.
Sin embargo, el 2 de octubre de 1877, cien años después de la expulsión de los jesuitas, se vuelve a establecer la ciudad de San Javier. Poco a poco llegaron paisanos e inmigrantes en busca de un nuevo lugar donde vivir.
San Javier, bordeada por el río Uruguay, es conocida por la producción de caña de azúcar, de allí su sobrenombre de “La Dulce”.
Ubicada a 130 kilómetros de Posadas, es uno de los pasos fronterizos que comunica a Misiones con Brasil, a través de Porto Xavier.
El Cerro Monje es su principal punto turístico e histórico, al igual que los vestigios de la antigua reducción jesuítica.









