La crítica situación financiera de Celulosa Argentina, con dos pedidos de quiebra en curso, sin acuerdo con los acreedores y una denuncia ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) por presuntas irregularidades, abrió un nuevo capítulo con fuerte impacto en la región. El grupo propietario de la papelera estaría en conversaciones para vender al menos una parte de sus activos y el gobernador correntino, Gustavo Valdés, ya juega un rol clave en las negociaciones.
De acuerdo a lo que publicó El Cronista, el mandatario busca garantizar la continuidad de los empleos vinculados a Forestadora Tapebicuá, la firma controlada por Celulosa que opera aserraderos y una planta de compensados en Gobernador Virasoro. Para ello, la Gobernación habría ofrecido financiamiento a través del Banco de Corrientes a un eventual comprador: el Grupo Da Rosa, holding foresto-industrial misionero que en el último tiempo mostró interés en adquirir esa unidad.
Fuentes del Ejecutivo provincial confirmaron que la prioridad es sostener los puestos laborales. “Estamos acompañando las negociaciones y en contacto con posibles interesados. El Gobernador se ocupa personalmente de que esto ocurra”, señalaron a El Cronista.
Fundada en 1996 en San Vicente por Miguel Ángel Da Rosa, la empresa homónima creció de manera sostenida en el sector forestal y actualmente gestiona una planta de laminados fenólicos, un aserradero de madera nativa, una flota propia de camiones y concesiones de explotación forestal del Instituto de Previsión Social misionero. En agosto del año pasado, Da Rosa adquirió la histórica Coama Sudamericana, en Eldorado, lo que evidenció la solidez financiera de la compañía.
A fines de 2024, el grupo misionero ya se había interesado en comprar Forestadora Tapebicuá, aunque la operación quedó en suspenso. Ahora, con Celulosa en concurso preventivo tras declarar pérdidas por más de $172.634 millones y señalar que su situación la colocaba en “causal de disolución”, el escenario vuelve a reactivarse.
Celulosa Argentina, además de Tapebicuá, cuenta con una planta de pulpa y dos fábricas de papel en Santa Fe y Buenos Aires, con producción orientada a impresión, escritura, tissue y packaging. El control accionario del grupo está en manos de Douglas Albretch, José Urtubey y Juan Collado, quienes concentran de forma directa e indirecta el 45,79% del capital social.
La compañía enfrenta una deuda superior a los 128 millones de dólares y la mayoría de su personal permanece con licencia, salvo los que cumplen tareas de mantenimiento. A los reclamos judiciales de acreedores como Tecmaco Integral y la brasileña Bbunker, se sumó la denuncia de Juan Nápoli, presidente de VALO Columbus, por presuntas maniobras sospechosas de directivos de Celulosa.
(Con información de El Cronista)







