El primer semestre de 2025 finaliza en un clima hostil para las universidades públicas del país, marcado por el ajuste, los recortes presupuestarios, la falta de definiciones claras y una creciente deserción estudiantil.
Por tal motivo, y para conocer más detalles de esta situación en la tierra colorada, en este inicio de julio, desde la FM 89.3 Santa María de las Misiones, se dialogó con Lucas Ruiz Moreno, Consejero directivo de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Msiones (UNaM), por el frente de estudiantes en Lucha.
Consultado sobre cómo fue este primer semestre para el ámbito universitario, Ruiz Moreno fue contundente: “Fue sumamente complejo, y cada vez se vuelve más difícil para el conjunto de estudiantes que asisten a las universidades públicas”.
“El ajuste es estrepitoso. Vemos la destrucción de sistema universitario nacional con una deserción cada vez más grande o parcial de muchos estudiantes que tienen, algunos volver a sus pueblos y otros que son de la ciudad buscar otro tipo de trabajo alternativo, porque vivir exclusivamente estudiando ya no se puede”, lamentó.
Luego añadió que “estamos en un escenario sumamente adverso; en el cual muchos de los estudiantes ya han decidido dejar su carrera universitaria”.

“Hay una reducción en la matrícula de entre el 50 y el 60 por ciento”
Respecto a los datos sobre deserción, Ruiz Moreno explicó que las autoridades universitarias no brindan cifras oficiales, pero que desde Humanidades realizaron un análisis específico por carrera. “Nosotros hemos registrado en los cursillos de ingreso, ya a comienzo de año, que había una reducción de la matrícula que rondaba entre el 50 y el 60% en comparación, por ejemplo, a los años 2022 o 2023. En una carrera donde antes ingresaban alrededor de 250 a 300 estudiantes, ahora solo hubo 60 a 100 inscriptos, como mucho”, detalló.
“Eso ya significaba que al comienzo del año haya una baja matrícula, en los ingresos de las carreras, pero también significaba que esos mismos estudiantes en el transcurso de este propio cuatrimestre fueron abandonando”, agregó.
A modo de ejemplo, recordó que “un problema característico de la Facultad de Humanidades, previo a la pandemia, era que había clases tan multitudinarias que las condiciones edilicias no estaban dadas y había alumnos que se sentaban en el piso para poder ser parte de la clase”. Hoy, en cambio, “sobran pupitres de forma significativa”.

Hay dos situaciones: “el abandono total y el abandono parcial”
Para Ruiz Moreno, el fenómeno de deserción se divide en dos: “Una es el abandono total, cuando el estudiante decide dejar la carrera y volver a su pueblo o dedicarse plenamente a un trabajo; y la otra es el abandono parcial, que es cursar una o dos materias y el resto del tiempo trabajar”.
Según relató, muchos estudiantes buscan trabajo en Brasil o se dedican a tareas temporales y precarias, incluso durante el receso invernal. “El rendimiento intelectual se limita mucho más”, advirtió.
A esto se suma el hacinamiento en los albergues estudiantiles y la restricción del acceso al comedor. “En Económicas arancelaron el comedor, entonces ahora ya no pueden acceder a ese espacio en el Campus. Tienen que trabajar para poder llenar la olla, y el estudio pasa a un segundo plano

“La Universidad Pública está cada vez más degradada”
A pesar del difícil contexto, Ruiz Moreno destacó que “el apoyo de la sociedad siempre está presente, porque entiende que la universidad pública es trascendental para la vida de la sociedad argentina”. Sin embargo, lamentó que “los gobiernos, en los últimos años, y particularmente este, se han dedicado a destruir el sistema universitario”.
“El déficit presupuestario, los recortes constantes, y los salarios de indigencia que cobran los educadores —que no llegan a cubrir la canasta básica— son parte de esta degradación. La mayoría de los docentes no son exclusivos de la Facultad, muchos hacen de Uber o alternan con otras tareas para poder sobrevivir”, denunció.
Finalmente, al ser consultado sobre el acceso al comedor, Ruiz Moreno fue claro: “Hoy, con sumas restricciones por parte de las autoridades, solo acceden los estudiantes de Humanidades. Exactas tercerizó el comedor y contrató a una empresa que no tiene que ver con los trabajadores no docentes. Enfermería directamente lo cerró y ahora da una beca miserable. En Económicas, se avanzó en el arancelamiento del comedor”.





