A una semana de la suba en los valores de los combustibles que aplicaron algunas petroleras por la escalada bélica en medio oriente, el Gobierno nacional oficializó un nuevo ajuste parcial en los impuestos que gravan la nafta y el gasoil, que impactará directamente en los precios de los combustibles, a partir de este martes 1º de julio.
A través del Decreto 441/2025, publicado este lunes en el Boletín Oficial, se confirmó la actualización del impuesto sobre los combustibles líquidos y del gravamen al dióxido de carbono correspondiente al primer trimestre de 2024, una actualización que el Ejecutivo había venido demorando para evitar presiones inflacionarias. Este incremento parcial comenzará a regir desde el 1° de julio y anticipa una aplicación total de los aumentos diferidos a partir del 1° de agosto próximo.
Según el decreto, la nafta sin plomo y la nafta virgen tendrán un aumento de $6,620 por litro en el impuesto sobre los combustibles líquidos y de $0,405 por litro en el impuesto al dióxido de carbono. En tanto, el gasoil sufrirá un incremento de $5,346 por litro en el impuesto general, más un aumento diferencial de $2,895 para las regiones patagónicas y zonas específicas del interior del país, además de un gravamen adicional de $0,609 por litro por el impuesto al dióxido de carbono. Estos montos reflejan la actualización trimestral establecida en la Ley N° 23.966 y en decretos previos, ajustada según la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que informa el INDEC.
El decreto modifica el esquema de actualizaciones trimestrales fijado originalmente por el Decreto 501/2018, durante la gestión de Mauricio Macri, y que el actual gobierno de Javier Milei venía postergando sucesivamente para contener el impacto inflacionario. Hasta el momento, se dictaron más de una decena de decretos que difirieron estas subas impositivas, buscando evitar que los aumentos se trasladen rápidamente a los precios finales de los combustibles y, por ende, a toda la cadena de costos que afecta a consumidores y sectores productivos.
Vale recordar que el lunes pasado empresas como Puma y Shell subieron los precios de sus combustibles en un 5% promedio. Sin embargo, la petrolera YPF, que controla el 55% del mercado, no lo hizo. Por eso será clave la decisión que tome la empresa estatal esta medianoche: el porcentaje que aumente YPF se trasladará también en igual o mayor porcentaje a las otras petroleras como Axion y la misma Shell.
Este mes, la actualización parcial podría verse en parte absorbida por las petroleras, que recientemente aplicaron un incremento en los precios debido a la tensión bélica entre Irán e Israel, conflicto que alcanzó una tregua días después. De esta forma, el impacto inmediato en el precio final podría moderarse, aunque el Gobierno anticipa que la totalidad de los aumentos atrasados —correspondientes al remanente del primer trimestre de 2024 y a los trimestres segundo, tercero y cuarto de 2024, más el primer trimestre de 2025— comenzará a regir desde el 1° de agosto.
El decreto recuerda la obligación legal de actualizar estos montos trimestralmente, en los meses de enero, abril, julio y octubre, conforme a la variación del IPC suministrada por el INDEC. Según la normativa vigente, estos ajustes impositivos deben aplicarse a los hechos imponibles que se perfeccionan desde el primer día del segundo mes siguiente a la actualización, aunque el Ejecutivo optó por diferir su aplicación para mitigar la presión inflacionaria.
Esta política de postergación ha sido una constante en la administración actual, que busca equilibrar la necesidad de actualizar los ingresos fiscales derivados de los combustibles con la prioridad de controlar la inflación y evitar un impacto abrupto en los precios de la energía, crucial para la economía y el transporte. Sin embargo, el cronograma de actualizaciones diferidas se mantiene firme y se espera que a partir de agosto se apliquen en forma completa los incrementos acumulados.
¿Qué pasa con la nafta y el gasoil?
En ese marco, se espera que a partir de este martes 1° de julio vuelvan a subir la nafta y el gasoil, en principio a menos por el traslado a los surtidores del incremento impositivo. Pero la clave será lo que defina YPF: la empresa estatal, además de concentrar más de la mitad del expendio de combustibles en el país, fue la única firma que no aumentó sus precios hace poco más de una semana, cuando sus competidoras privadas los incrementaron 5%.
Fuente: Página12 y Ámbito.









