En un contexto donde las demandas por atención en salud mental aumentan día a día, el Programa de Género y Violencia del IPS se consolida como un espacio fundamental de contención y asistencia para quienes atraviesan situaciones de violencia, discriminación o búsqueda de identidad. Desde su lugar en el Departamento de Salud Mental del Instituto de Previsión Social, este equipo interdisciplinario brinda atención a víctimas y victimarios, y responde tanto a consultas espontáneas como a derivaciones judiciales y médicas. En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, la licenciada Nahir Britez, coordinadora del programa, explicó cómo trabajan y por qué el acompañamiento psicológico, social y jurídico resulta esencial para transformar realidades muchas veces silenciadas.
“Trabajamos con víctimas y también con victimarios, a través de tratamientos psicológicos o psicosociales. Nuestro equipo está integrado por psicólogos, trabajadores sociales y abogados, y también realizamos informes cuando un juzgado lo requiere”, señaló.
La demanda, según explicó, es muy alta. “Desde principios de año estamos con mucha demanda, tanto en este programa como en todo el departamento. Atendemos situaciones muy diversas: casos de depresión, ansiedad, intentos de suicidio y muchas personas víctimas de violencia”, explicó y agregó que los pacientes llegan por distintas vías, ya sea de manera espontánea, por derivación judicial o a partir de la recomendación de CAPS, delegaciones del IPS u hospitales.
“Muchas veces es la misma persona quien busca iniciar un tratamiento porque siente que algo no está bien en su vida o en su dinámica familiar. En otros casos, llegan por decisión del juzgado, o por sugerencia de otros profesionales”.
La violencia no siempre es física
Uno de los puntos destacados de la entrevista fue la ampliación de la mirada social sobre las formas de violencia. “La ley de protección integral contempla la violencia física, psicológica, económica, sexual y simbólica. Muchas pacientes vienen por manipulación, sometimiento, amenazas o humillaciones. Todo eso es violencia psicológica”, subrayó Britez.
Además, agregó que también se ve violencia económica cuando se hace creer a la mujer que no puede valerse por sí misma y debe depender del agresor. “Son situaciones muy comunes en el consultorio, aunque antes no se trataban. Hoy, gracias a la mayor conciencia social y al trabajo de los equipos, hay contención institucional para quienes sufren estas formas de violencia”, señaló.
Discriminación y acompañamiento en la búsqueda de identidad
Britez también mencionó que el programa asiste a personas que enfrentan discriminación por su orientación sexual o identidad de género. “En muchos casos, vienen buscando herramientas para hablar con su familia, porque todavía hay entornos muy conservadores, donde una orientación sexual diferente no se acepta. A veces sienten que son ellos los que están equivocados. Nuestra tarea es acompañar, brindar contención y herramientas para que puedan posicionarse de otra forma”, explicó.
Cómo funciona el equipo
El programa cuenta con un equipo interdisciplinario: psicólogos, trabajadores sociales y abogados. “La primera entrevista se realiza con una trabajadora social, que evalúa el grado de violencia, el riesgo, y en qué posición se encuentra el paciente dentro de la dinámica relacional. Desde ahí se define el abordaje: si es más social, familiar o psicológico, y si se requiere asesoramiento jurídico, también lo brindamos”, detalló.
Muchos pacientes llegan con denuncias de años anteriores, por lo que el acompañamiento legal también es clave. “Tenemos personas que llegan ahora, en 2025, con denuncias hechas en 2016 o 2018. Ahí se necesita orientación para saber cómo avanzar”.
Atención accesible para afiliados
Los afiliados del IPS que necesiten atención pueden solicitar un turno sin necesidad de acercarse personalmente. “Pueden mandar un mensaje de lunes a viernes, de 7 a 12, al número 3764 121259. Allí se les asignará un turno y se iniciará el proceso de acompañamiento”, indicó Brites.
Finalmente, destacó la importancia de sostener estos espacios de escucha y contención. “Cuidar la salud mental es fundamental, más aún en estos tiempos en los que hay tanta individualidad frente a las violencias. Contar con un espacio de atención es una herramienta para transformar realidades”, concluyó.




