La ecosanación es un concepto que une la regeneración ambiental con el bienestar humano, reconociendo que nuestra relación con la naturaleza impacta profundamente nuestra salud física, emocional y cognitiva. Desde la neuropsicología, sabemos que los sentidos juegan un rol fundamental en nuestra percepción del mundo: el tacto nos conecta con la tierra, el olfato nos guía hacia el reconocimiento de especies, la vista nos permite observar la vitalidad de los ecosistemas y el oído nos sumerge en el ritmo natural del entorno.
Aplicar estos principios al cultivo y producción de plantas medicinales significa no solo aprovechar sus propiedades curativas, sino también entender el proceso como una forma de regeneración personal y comunitaria.
En el marco del proyecto Humano-Naturaleza, aprobado por la Resolución 115/25 de la Universidad Nacional de Misiones, se han estructurado cuatro postas esenciales para la producción sostenible de plantas medicinales, integrando conocimiento ecológico y acción regenerativa:
1. Identificación de las plantas en su área natural de crecimiento
El primer paso en la producción sostenible es la identificación de especies en su hábitat natural. Aquí, los sentidos desempeñan un rol clave: observar el tipo de suelo donde prosperan, tocar sus hojas para reconocer su textura, oler sus aromas característicos y escuchar la presencia de fauna asociada. Este proceso no solo fomenta la investigación botánica, sino que también ayuda a comprender cómo estas plantas interactúan con su ecosistema y cómo su conservación puede ser integrada en prácticas regenerativas.
2. Cosecha para reproducción en vivero
Una vez identificadas, las especies deben ser cosechadas de manera responsable para su reproducción en viveros. Este paso requiere técnicas de extracción controladas, evitando la sobreexplotación y garantizando su regeneración. La neuropsicología aplicada aquí enfatiza la importancia de la consciencia sensorial: reconocer cuándo una planta está en su estado óptimo de cosecha, observar cambios en coloración o vigor y sentir la humedad del suelo y las estaciones del año para definir el momento preciso. Al hacerlo, se refuerza el vínculo humano-naturaleza, alineando nuestra acción con los ritmos biológicos.
3. Cultivo en agroflorestas de especies vegetales medicinales
El tercer paso implica la integración de estas especies en agroflorestas, promoviendo cultivos biodiversos donde las plantas medicinales coexisten con árboles frutales y especies autóctonas. Este modelo fomenta la resiliencia del ecosistema y maximiza los beneficios medicinales de cada planta, respetando su interacción natural con otros organismos
4. Cosecha para lavado, desinfección y secado para envasado y agregado de valor
El proceso final involucra la cosecha, limpieza y conservación de las plantas mediante secado natural o deshidratación. Aquí, la experiencia sensorial se vincula con la calidad del producto: el olfato distingue los aromas óptimos de las plantas secas, el tacto verifica la textura ideal y la vista ayuda a clasificar los mejores ejemplares para su procesamiento. Agregar valor a estos productos, ya sea en forma de infusiones, aceites o extractos, permite que el conocimiento de las comunidades rurales y originarias se convierta en un motor de desarrollo sostenible.
Conclusión: investigar, conectar y regenerar
Este modelo de trabajo no es solo una producción agrícola, sino un proceso de ecosanación. Cada etapa nos recuerda que la naturaleza y el ser humano están profundamente conectados, y que la investigación genuina no puede separarse de la realidad territorial. A través de la neuropsicología y los sentidos, reforzamos nuestra capacidad de comprender, valorar y regenerar los ecosistemas, asegurando que el conocimiento aplicado tenga un impacto real en la salud de las personas y el equilibrio ambiental.
Este enfoque nos desafía a mirar más allá de los datos, a sentir el proceso, a vivir la investigación como una experiencia transformadora, y a construir un futuro donde la producción de plantas medicinales no solo cure enfermedades, sino también restaure nuestra relación con la naturaleza.
Anahí Fleck
Magister en Neuropsicología. 0376-154-385152








