La dificultad que muchas personas tienen a negarse a las peticiones de los demás, además de su efecto negativo en la autoestima, cuando guarda relación con su negocio se convierte en un verdadero inconveniente, incluso puede ser un problema.
Normalmente, esta dificultad para poner límites se origina en personas responsables que dan una importancia excesiva a la opinión que generan en los demás y que por lo general intentan evitar las situaciones de conflicto. Te invito a que le dediques un tiempo a reflexionar sobre los siguientes tres puntos.
1. Identifica las situaciones en que has dicho “Sí”, cuando en querías decir “No”.
2. ¿Cómo te sentiste?
3. Imagina cómo te hubiera gustado que sea.
Si te identificas con esto, piensa y verás como la mayoría de las veces tiendes a exagerar la situación. “Soy muy egoísta si no le ayudo”, “la voy a perder como clienta si le digo que no lo puedo hacer”, son algunos ejemplos. La realidad es otra, si a la otra parte le haces ver que entiendes lo que te pide, pero le argumentas por qué no puedes decirle que sí, y además (solo si puedes) le ofreces una alternativa, descubrirás que no pasa nada.
¿Y si se molesta? Pregúntate ¿vales tú menos que los demás que mereces renunciar a tu forma de pensar, a tu tiempo o a tus intereses sin una razón de peso para ello? Estoy hablando de no permitir que los demás, consciente o inconscientemente, abusen de ti. En tu negocio, renunciar a tus intereses o dedicar tiempo a tareas que no aportan valor, ¡no es generosidad! Es perder el tiempo y el dinero además de hacerte sentir mal contigo misma.
En serio ¿no crees que mereces cambiar esa actitud?
Te ayudará a superarlo el tener un modelo de negocio de tu emprendimiento bien definido.
Si tienes clara tu actividad, tus objetivos, te costará menos decir que no porque sabrás discernir qué peticiones encajan y cuáles descuadran en tu proyecto.
Algunos tips para empezar a decir no
1. Argumentar tu decisión de manera directa con una breve explicación y sin extenderte demasiado.
2. Hacer uso de la asertividad empática: A) Ponte en su lugar, pero expón tu punto de vista. B) Di que NO argumentando tu negativa. C) Termina con mensaje positivo o una sugerencia.
3. Puedes aplazar la decisión para decidir con claridad. Ejemplo: Déjame un par de horas y en cuanto me organice te digo algo.
4. Cuando sientas un chantaje emocional expón tu negativa dejando claro que no tiene nada que ver con lo que presupones que la otra parte piensa, por ejemplo: me encantaría trabajar para ti, pero si acepto lo que pides la calidad del trabajo no será de tu gusto, por eso prefiero ser honesta y decírtelo.
Reconozco que es más sencillo decirlo que hacerlo, pero que no te quede duda que eres capaz de lograrlo, analizar el resultado, cómo lo has hecho y cómo te has sentido, y no desistir hasta interiorizarlo. Sé paciente contigo misma, a cada uno nos cuestan más unas cosas que otras, y como siempre te digo: Felicítate por tus logros. ¡Puedes hacerlo, confía en ti!
Karyna González
Fundadora de Spacio Mujer
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