Este jueves 8 de mayo, las líneas de colectivos urbanos que conectan Posadas, Garupá y Candelaria continúan funcionando con frecuencias reducidas, en el marco de un conflicto entre choferes y la empresa prestataria del servicio. A pesar de los rumores que circularon en redes sociales sobre un posible paro total durante el mediodía, desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los trabajadores desmintieron la medida y aseguraron que se mantiene solamente la reducción en la frecuencia de los servicios.
La protesta responde al reclamo de los choferes por el pago incompleto de los salarios correspondientes al mes de abril. Según denunció la UTA, la empresa abonó apenas el 50% de los haberes, lo que motivó la decisión gremial de disminuir la cantidad de unidades en circulación.
Desde el sector empresario, en tanto, sostienen que se trata de una medida “injustificada” y aseguran estar haciendo “un enorme esfuerzo” por sostener el funcionamiento del sistema en un contexto económico adverso, marcado principalmente por el recorte de subsidios nacionales.
Mientras tanto, miles de usuarios que dependen del servicio público para trabajar, estudiar o realizar trámites cotidianos se ven nuevamente afectados por un conflicto que, con el correr de los meses, se ha vuelto tan recurrente como previsible.







