El momento está en el aire, las creencias se vuelven realidad y nos llenan de ansiedades, nervios, incertidumbre. Es la transición, la etapa en la que dejamos un trabajo de 30 años para pasar a vivir algo que puede ser maravilloso o muy conflictivo. Muchas personas se enferman e incluso pueden caer en una profunda depresión a pesar de estar físicamente sanas.
Algunas preguntas que comienzan a aparecer antes de la edad jubilatoria son: “¿Qué seré si no soy farmacéutica?”, “¿Seguiré siendo útil cuando deje la fábrica?”, “¿Qué haré todo el día?”, “¿A quién le importará lo que yo haga?”. Y pueden sumar la lista de interminables interrogantes que acarrean síntomas como: mal dormir, taquicardia, incomodidad al pensar en el tema y se suman los temores, dolores de cabeza inexplicables y pequeños “olvidos”.
Muchas personas en edad de jubilarse hasta sienten que perderán a sus “amigos”, que son sus colegas o compañeros de trabajo casi de toda la vida.
Lo que tienes que saber
Si estás en esa etapa de transición debes saber que “lo que te cuentas puede ser tu peor enemigo”. Así que un primer paso es atender a tus sentires, ver qué te preocupa o te quita el sueño realmente. ¿Cuáles son tus interrogantes? Luego, en un punto de profundización estarás viendo que mucho de lo que te dices tiene que ver con las creencias de tus antepasados. ¿Cómo vivieron ellos su etapa? ¿Qué decían?
Ten en cuenta que ahora los tiempos son otros, los seres humanos tienen una proyección diferente de vida. Llegar hoy a los 60 o 65 años es una fortuna, pues la gran mayoría está en plena forma, con capacidad para seguir adelante con nuevos proyectos, nuevas ideas, nuevos amigos y hasta una nueva actividad que evitará el vacío del tiempo no ocupado.
Tus sueños
Cuando éramos niños soñábamos, era un entretenimiento que nos hacía felices. Creábamos una realidad y luego, con los años la fuimos postergando o cambiando por otra profesión. En esta etapa, esos sueños pueden volver y si estás pensando en que “estás mayor como para cumplirlos”, en parte tendrás razón porque ya no serás la bailarina del ballet del Colón, pero sí podrás anotarte en las clases de adultos.
Otra preocupación es el dinero, en finanzas dice la asesora Perla Dieminger que hay que tener en cuenta varios puntos para evitar la ansiedad y el estrés previos, durante y después de la jubilación.
Yo incluso lo pensé, lo busqué y me preparé para eso, pues no existe otra respuesta que estudiar, prepararte y alcanzar otras metas, más divertidas, más acordes con tu esencia, con lo que tu intuición y tu corazón te piden.
Ya pasaron los años en que la vida era para algunos trabajar para otros, atender la casa, el esposo, los hijos, los progenitores, siempre cubriendo necesidades de otras personas, dejando de lado las propias.
Tanto hombres como mujeres pueden necesitar un plan bien definido para su transición a la jubilación, lo que los haría sentir más seguros; o pueden necesitar apoyo estratégico y emocional para transformar la incertidumbre en una etapa vital y llena de sentido.
Conociéndonos
Biológicamente, el ser humano está preparado para socializar, vivir en comunidad, pertenecer a un grupo, ya sea de amigos, la familia, el trabajo, los colegas del fútbol, el grupo de excompañeros. Esta es la etapa en la que apuestas todo a disfrutar de los momentos compartidos, generar encuentros con gente divertida; dejar de lado los pensamientos y conversaciones sobre enfermedades, achaques, críticas.
Si para cada sugerencia tenemos una excusa o un por qué no hacerlo entonces es el momento de agendarte una cita de consulta para poder ponerte en acción y sentir que esta es una nueva oportunidad de la vida para disfrutarla a pleno. ¡Lo lograrás!
Mirada para una apuesta maravillosa
Si la ansiedad te visita de vez en cuando o más seguido, es el momento ideal para tomar las riendas de tu futuro. Plan de acción claro. Decide realizar un camino interior para volver a conocerte y descubrir tus sueños dormidos, tus deseos, tus necesidades. Busca un lugar donde estés en contacto con la naturaleza para escribir tus sentires y verás cómo tu corazón comienza a hablarte. Sé amoroso con vos mismo, sé amable y busca dentro tuyo las herramientas que utilizaste para lograr las metas que lograste. Anótalas.
Será un camino de ida porque despertarás tu intuición, tu creatividad comenzará a aflorar y las ideas comenzarán a caer como lluvia de flores. Siente el placer de iniciar una nueva vida, con más tiempo para disfrutar, crear, seguir produciendo sin que eso signifique un trabajo pesado. Acomoda tiempos, anota los nombres de las personas que conociste y te hicieron feliz con su compañía para volver a verlas. Hay mucho por hacer y vivir.
Rosanna Toraglio
Periodista.
BioPsicoTerapeuta.





