Estamos llegando a fin de año y no resulta extraño que el estrés y el cansancio aumenten en nuestra vida.
Con la persona que hablo se siente cansada y esta situación se acrecienta debido a lo que estamos viviendo, incluso, en algunas personas, la fatiga se manifiesta en falta de ganas de afrontar el día.
Este cansancio o agotamiento emocional, puede estar acompañado de sentimientos de angustia, estrés y depresión, además de problemas de atención, concentración, memoria. Además, aparece la sensación constante de estar abrumado, sobrepasado y sentirse fatigados mentalmente.
Es necesario descansar y dejar de querer controlar todo, hacer todo, permitirnos dejar de ser fuerte por un rato.
Este agotamiento que sentimos, no se da de un día para el otro, viene de cargar con más cosas de las que podemos, y en esta época del año parece que todo pesa el doble.
Las personas que suelen tener agotamiento emocional son aquellas que sienten que entregan más de lo que reciben en distintos ámbitos de su vida, que asumen muchas responsabilidades, que no saben decir que “no”, que les cuesta tomarse vacaciones o permitirse descansar un rato, y que tienen pocas actividades de autocuidado.
Para mejorar el cansancio emocional, lo primero es reconocerlo y aceptar que necesitamos hacer un alto en nuestra rutina
• Descansar adecuadamente, con tiempos libres que te permitan descansar, a veces es necesario hacer un alto y desconectarse de las responsabilidades que tenemos.
• Realizar tus hobbies y actividades de autocuidado.
• Realizar ejercicios de relajación, meditación o mindfulness.
• Establecer límites y prioridades.
• Tener una comunicación de manera asertiva.
• Escuchar a tus emociones y a tu cuerpo.
Hoy podemos observar cómo nos sentimos en esta época del año, hacer un alto, respirar y darnos tiempo. ¿Nos estamos cuidando? ¿Descansamos?
Mirarnos con amor y saber que no podemos con todo, que a veces las cargas pesan, que otros pueden ocuparse de algunas cosas, y que hoy nos toca cuidarnos. Bendiciones.






