Con los consumos de septiembre próximo comenzarán a facturarse las segmentaciones tarifarias, anunciadas por el Gobierno nacional. Así, fuente oficiales confirmaron a PRIMERA EDICIÓN que la factura que se deba abonar en octubre, ya tendrá aplicados los precios con y sin subsidio según corresponda a la de cada usuario.
Cabe recordar que en dicha segmentación, Misiones tendrá un tope de consumo a usuarios domiciliarios subsidiado de 550 kw, al no contar con la provisión de gas natural por redes.
Quien se pase de esos 550 kw, pagará el excedente con tarifa plena, es decir, sin subsidios estatales. Por ejemplo, quien gaste 700 kw en un mes tendrá 550 cubiertos por los subsidios de la segmentación que le corresponda, tras su registración en el RASE; y los restantes 150 tendrán que abonar la tarifa plena.
En EMSA hasta ayer esperaban información oficial de la Secretaría de Energía de la Nación, que permita estimar el cálculo del impacto de los consumos no subsidiados.
Por esa razón, tampoco se informó si al pasarse del tope segmentado se aplicarían multas similares a las que se imponen por mayores consumos.
A su vez, luego, la empresa provincial deberá “bajar” la información a las nueve cooperativas prestatarias del servicio de energía en Misiones para aplicar la normativa nacional, que sigue demorada en la comunicación oficial.
Zona caliente
Teniendo en cuenta ese consumo límite para los misioneros, PRIMERA EDICIÓN pudo obtener de fuentes oficiales un promedio de consumo de kilovatios entre los usuarios de Energía de Misiones SA (EMSA), tanto en invierno donde hay marcas térmicas más bajas, como en verano donde los aparatos de refrigeración funcionan a pleno.
De sostenerse esa limitación subsidiaria, para la próxima temporada de altas temperaturas en Misiones, habrá casi cinco veces más usuarios domiciliarios de EMSA que superarán el consumo máximo a ser subsidiado.
Siempre según los mismos datos oficiales a los que accedió este Diario, en los meses de menores temperaturas, un 90% de los usuarios consume menos de 500 kw/mes. El mayor consumo promedio está entre los 120 y 300 kw mensuales.
Mientras que un 9,15% de lo que sí supera los 500 kw al mes. De este último porcentaje, un 5,82% utiliza entre 501 y 700 kw; un 2,94% entre 701 y 1.400 kw; y un 0,39% lo hace por encima de los 1.401 kw.
En verano estará el problema para decenas de familias. Un 41,76% de los usuarios quedará por encima de los 500 kw, casi cinco veces más que en la de otoño-invierno.
El grupo de 501 a 700 kw asciende al 20,44%; el que va de 701 a 1.400 pasa al 18,39% y de 1.401 kw en adelante trepa al 2,93%.
“Tanto en invierno como en verano la gran mayoría de los usuarios domiciliarios no llega a los 500 kw. Pero es cierto que un 40% podría tener que pagar los excedentes sin subsidio y ello encarecerá las facturas en meses de mucha demanda de energía eléctrica. Nadie puede negar hoy que incluso esa cifra alcance al 50% de los usuarios que se pasen del tope de la segmentación”, admitió la fuente consultada sobre la cuestión. “En especial si nos toca un verano caluroso y seco como se espera para 2023”, agregó la misma fuente
Un reclamo sin respuesta
El trato “diferencial” en la segmentación de subsidios no es la solución a los reclamos que las provincias “calientes” vienen realizando de manera institucional.
A partir de diferentes estudios técnicos, el NEA y NOA han trasladado a las máximas autoridades del país y en proyectos de ley en el Congreso, que el consumo se incrementa considerablemente por el uso de equipos de ventilación y refrigeración. Misiones, en este lote del Norte Grande, tiene también el agravante de no contar con gasoducto y muchas actividades se valen de la electricidad para trabajar.
En los hogares, al no contar con las redes de gas domiciliarias, hay muchos artefactos como calefones, termotanques, cocinas, hornos, etc que se instalan con energía eléctrica. Estos aportan a un mayor consumo de los misioneros