Las nuevas autoridades de la Policía de Misiones asumirán oficialmente sus funciones desde las 9 de hoy en el edificio de la Jefatura. Tal como lo adelantó PRIMERA EDICIÓN el miércoles, los comisarios generales Zenón Víctor Manuel Cabrera (52) y Carlos Miguel Merlo (49) serán los flamantes Jefe y Subjefe, respectivamente, de la fuerza de seguridad provincial.
Dialogaron de manera exclusiva con este Diario y no sólo destacaron el orgullo de asumir el legado de sus antecesores José Mazur (54) y José Roberto López (49), también puntualizaron los “ejes” y “objetivos” que buscarán cumplir en respuesta a los reclamos de la sociedad y de solución a las necesidades de sus subalternos.
Zenón Cabrera resaltó sobre su nueva labor: “La mayor satisfacción a la que todos aspiramos en esta fuerza es llegar a la última jerarquía pero también al reconocimiento mayor de ser jefe o subjefe de la Policía. Es un broche por trayectoria y esfuerzo con una familia al lado que acompañó largas horas y días de labor. Es un logro”.
Merlo en tanto sostuvo: “El orgullo es llegar al cargo. Éxito sólo en el diccionario encontramos antes que trabajo. El reconocimiento de los superiores llega después del esfuerzo, no hay nada antes, y representar a mis camaradas requiere de responsabilidad”.
Cabrera llega al cargo con 28 años de carrera policial, afincado con su esposa en Guaraní pero abuelo de Tiziana de 2 años y padre de dos mujeres. También como profesor universitario y licenciado en seguridad y una maestría en curso en la Universidad de Salamanca, España.
En cuanto a Merlo, son 26 los años con uniforme para el eldoradense (casado, con dos hijos adolescentes) y dilatada labor al frente de grupos de operaciones especiales de la fuerza, además de encabezar la Unidad Regional IV de Puerto Rico, durante los últimos meses. Capacitado en China y con un curso, entre otros antecedentes, aprobado en la fuerza de comando SWAT.
“Apuntamos a sostener y ampliar la capacitación y formación policial. Soy un convencido que en nuestra tropa no necesitamos grandes títulos sino que nuestros policías obtengan la capacidad e instrucción para cubrir la exigencia de la sociedad”, lanzó Cabrera en dirección a la responsabilidad asumida. “Buscamos una nueva policía, más cerca de la gente, efectivos enamorados de su función, abiertos con los vecinos, allegados y adaptados a las nuevas herramientas de la tecnología (…) Una policía preparada para lo que viene pero sin apartarse de los valores como la dignidad y el respeto a la gente. Cabezas educadas pero corazones humanitarios, empáticos con la sociedad”.
“La idea primera es trabajar y no aislarse de nadie, la prioridad será aunar criterios con las fuerzas federales en la lucha contra el narcotráfico, contrabando y la trata de persona. Debemos unir las fuerzas para combatir estos delitos. Misiones está ubicada en un punto geográfico complejo”.
“Ya demostramos capacidad operativa y vocación para enfrentar por ejemplo el flagelo del narcotráfico. Hay que apuntalar lo que se hizo y pasar de combatir el narcomenudeo a enfrentarlo a gran escala”.
La mujer dentro de la Policía fue otra de las consultas que Cabrera no esquivó. “Yo estoy orgulloso que nuestra policía fuera de las primeras del país en incorporar mujeres a formación. Abrir la posibilidad que ingresen a la escuela superior o al hoy instituto universitario nos demuestra la capacidad. Hoy tenemos policías muy capacitadas, licenciadas en seguridad y efectivas de mucha práctica en unidades operativas, al frente de muchos efectivos y con amplio rendimiento”.
Sobre el estado salarial de sus ahora subalternos, sostuvo: “Tenemos que escuchar y ver cuáles son las inquietudes. Veremos las herramientas para atender las necesidades de las familias de los policías. La situación económica general, la que atraviesa o vive el país no es distinta a la de los policías. Hay una necesidad salarial clara, vamos a plantearla donde corresponda para ir resolviéndola”.
Herramientas
“Hay un boom en el mundo y no podemos quedar aislados. Debemos acceder a las herramientas de la tecnología. Ya no podemos pensar que nos quedan lejanas o que son del ámbito privado. Modernizarnos, aumentar y mejorar los sistemas informáticos, bases de datos. El uso de la información es primordial hoy y la velocidad y accesibilidad de las tecnologías nuevas nos permiten alcanzarlo. Debemos tomar estas herramientas y utilizarlas”.
Carlos Merlo sumó: “En comunicación debemos mejorar. Nuestras unidades operativas deben estar enlazadas, esto permite procedimientos rápidos. Un operativo cerrojo sin comunicación fluida y segura entre los móviles no nos permitirá un resultado positivo. Avanzamos en equipos sofisticados, podemos hacer frente al delito y al crimen organizado. Por ejemplo hoy, resulta importantísimo, incorporar cámaras en los patrulleros. Ayudará a registrar mayor información”.
También amplió: “En el interior se necesitan recorridas aéreas. Sabemos que son costos mayores los que se necesitan cubrir, pero ayuda a brindar seguridad. De chicos veíamos un helicóptero del Ejército o Gendarmería nada más. Ahora vamos a poder tener una Policía que también nos brinde seguridad aérea. Se lo vamos a plantear al ministro (Marcelo Pérez) tenemos abierto el canal para hacerlo”.
Cabrera enmarcó y adelantó sobre este punto: “Contamos con logística necesaria, nunca es suficiente porque en materia de seguridad nunca lo será, pero vamos a ir acomodando y distribuyendo los recursos en proporción acorde en todas las unidades regionales”.
Agregó: “Los cambios corresponden a la búsqueda de un resultado. La Policía debe transformarse, modernizarse, no correr como conejillos detrás de un objetivo en una jaula. Debemos mejorar y capacitar. Para combatir la inseguridad tenemos que profundizar un mapa de delito, debemos individualizar los focos conflictivos, los puntos calientes”.
Merlo cerró: “La sociedad reclama salud, educación y seguridad, y está bien que así sea. La Policía está en el medio de los cuestionamientos por inseguridad porque debe cubrir y solucionar los delitos más complejos como una falta simple como una pelea entre vecinos o una rencilla familiar. Necesitamos capacitación constante para resolver todos los conflictos. Desde los pequeños a los más graves. Todos”.