El próximo sábado, a las 21 en Espacio Reciclado, subirá por última vez el unipersonal a un escenario posadeño. Un trabajo que al actor le dejó “un corazón profundamente contento, feliz e inteligente”.Esquizofrenia del Arte me dejó un corazón profundamente contento, feliz, inteligente, aprendí muchísimas cosas, estoy profundamente agradecido, dijo Jonathan Vázquez, dueño del unipersonal que se despide de los escenarios el próximo sábado, a las 21, en Espacio Reciclado (Pasaje Misiones 3040).
Y confió que será la última función de esta obra, galardonada con el tercer puesto en el último encuentro provincial El Teatro de Fiesta, en la capital misionera, por lo que tendrá un extra de adrenalina.
En un balance del año, el escritor, director y actor de Esquizofrenia del Arte confió que fue fantástico, una experiencia única, increíble que, de hecho, se vuelve cada vez mejor, porque la crítica del público hace que la obra crezca cada vez un poco más, me motiva a seguir haciéndola y que vuelva mejor, cada vez le pongo más ganas, aunque subrayó que el sábado será la última función y en la que voy a dejar absolutamente todo en el escenario.
Y adelantó que trabaja en un nuevo libreto, una nueva obra que se llama Crónicas de un bufón, por ahora tengo el texto terminado, pero creo que va a pasar lo mismo que con Esquizofrenia, es un trabajo que se hace de a poco, progresivamente, para que tenga un buen resultado. También dentro del género clown, pero más llevado al bufón, cuenta la vida de un personaje en una época cualquiera en un lugar cualquiera.
E hizo hincapié en que al momento de redactar un texto no escribe una obra de teatro tradicional, sino que relata una historia, lo que va a suceder, y a partir de allí va armando los diálogos, por ejemplo, en Esquizofrenia como son dos payasos dentro de un solo cuerpo, primero imaginé la historia, todo lo que iba a suceder, y de a poco, dependiendo de la situación, fui armando lo que iba a decir el personaje, fue un proceso largo.
Vázquez reconoció que frecuenta escenarios hace doce años aproximadamente y dentro de este mundo el clown es la disciplina de la que más me enamoré, porque encuentro muchísimas cosas que el teatro no me da, es una herramienta increíble para el actor, para defenderse dentro de la escena, creo que es una disciplina que habla muchísimo de la libertad, por eso creo que estoy más a su favor y todas mis ideas están llevadas a esta técnica.
¿Casualidad o causalidad?
El actor recordó además que en la escuela tuvo su primer acercamiento al teatro, fue algo que descubrí por error y me encantó, fue muy casual, tenía que elegir entre Educación Física y teatro y así empecé, fue muy bueno porque descubrí algo que me encantaba y le pude poner más fuerza a eso, y destacó que un hermano mayor también lo empujó un poco a este mundo.
Si continuase esta opción en las escuelas hoy tendríamos un teatro de primer mundo, tendríamos más público en las salas y la gente tendría un paladar más fino para disfrutar de las obras, apuntó.
La obra
En esta su primera obra el joven actor denota el proceso de maduración que viene sufriendo a través del tiempo con su clown. Un tanto lejos (pero no tanto) de aquel clown bardero, mal hablado, de pasos lentos pero letales, en esta nueva versión mejorada, el entrañable y querido payaso de circo al que todo chico ama, ese personaje de un corazón gigante, que apenas esconde su rostro con un poco de maquillaje entre sus mejillas, protegido por una enorme nariz roja la cual lo libera de todo miedo, dará batalla en todo momento a su peor enemigo.
Intentando encontrar el equilibrio entre el bien y el mal en cada acción que realiza sobre el escenario lo cual en todo momento lo lleva a estar al límite del conflicto interno, con su otro yo, por suerte a veces encuentra refugio en la complicidad que genera con los espectadores. De todas maneras Hoogie se las arregla para desempolvar los viejos trucos que todos esperamos de un personaje de estas características: figuras de animales hechas con globos, malabares, chistes picantes, todas las técnicas clásicas las cuales la maneja a la perfección. Como plus a su repertorio, Vázquez hace uso de sus conocimientos de pintura aprendidas en la universidad para utilizarlo como recurso escénico.
Con la asistencia de su hermano Anthony, quien se encargó de hacer la puesta en escena, planta de luces, sonido y video, Hoogie Boogie ya está listo para hacerle frente a cualquier escenario y público que se le ponga adelante, y aunque se niegue a recibir los aplausos y cariños que bajan desde las gradas, creará el espacio propicio para desatar esta metafórica guerra entre el bien y el mal, valiéndose de su recuerdo más importante, Clementina.
Discussion about this post