Señora Directora: “Padre nuestro que estás en el bronce”, Belisario Roldán. Esta cita de motivo para referirme al cambio del Día del Padre y que a los misioneros nos toca en el corazón totalmente, no así a los invasores comerciales al no importarles el lugar donde trabajan. Aunque puedan opinar –respetemos las normas de convivencia—“que la fecha no es tan simbólica”, en referencia a trasladarlo al 17 de agosto. De un lego se espera cualquier cosa.El homenaje para la hija del Liberador, sabiendo de quien se trata debiera ser aprobado sobre tablas y no se vuelva una discusión de bajo nivel, todo por un simple contagio del país del norte. Como si nosotros no tuviéramos a ilustres argentinos, dignos ejemplos a ser venerados en esa fecha más indicada.San Martín no sólo es nuestro “Padre de la Patria”, también fue el primer hijo que luego de 30 años, cargado de nostalgias marcadas por su sangre, volvió a su tierra. Y para dar pruebas de su pasión se casó con una niña bonaerense y al mismo tiempo confesar haber nacido en las famosas Misiones Jesuíticas.El Padre de la Patria siempre se sintió paisano americano y con mucho esfuerzo liberó a tres pueblos, siendo admirado por los hermanos americanos por las glorias obtenidas con su ejército libertador.A su llegada a Buenos Aires, en 1812, ya los guaraníes comienzan a sentir la decadencia. Nada que ver con aquellos de los tiempos de esplendor, cuando el recién llegado jugaba con sus amiguitos bajo el cuidado de Rosa Guarú.Tras dar por finalizada su sagrada misión y luego de varios encuentros con su gran amigo del mismo ideal, desde Guayaquil vuelve hacia el sur con la humildad propia de su estirpe y renuncia a los cargos con que fue honrado por los pueblos ya felizmente independizados por el Libertador.Como no fue posible la convivencia con los porteños en su propio país, toma a su única hija y mayor gloria, Merceditas, y parte camino al exilio. Como corresponde a un buen padre se preocupa por su educación, ofreciéndole esos doce consejos hoy olvidados y que hoy más que nunca nos hacen falta a los argentinos.La propuesta a la cual nos referimos no es ninguna tontería, el senador Julio Cobos está ubicadísimo con su propuesta. “Jamás saldrá de la vaina mi espada por opiniones políticas”, dice el Libertador, quien en su testamento pide que “mi corazón descanse en Buenos Aires”.Qué dicha más grande habrá sido para Merceditas tener un padre tan singular, por quien sentía una devoción única. “A mi tata nadie me lo lleva de mi lado hasta que muera”, dice a finales de 1850.San Martín fue un paisano íntegro, orgulloso sin ninguna soberbia. Cuando se inauguró su momento en Boulogne-sur-Mer, hace ya más de cien años, dijo el embajador estadounidense: “El general San Martín ya no pertenece a un pueblo, a determinado número de pueblos, sino que su gloria pertenece a la humanidad”.El cambio de fecha del Día del Padre será una reivindicación en homenaje al natalicio de Mercedes Tomasa San Martín, acaecido en Mendoza el 24 de agosto de 1826. Un alto honor para la provincia de Misiones.
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