Como almas galopantes transitaremos por este mundo en busca del amor; que será lo único y verdadero que dará sentido a nuestro fugaz paso por él. Una búsqueda que valdrá la pena intentar porque su recompensa será redimirnos como amantes y liberarnos de toda amargura, para comenzar a perdonar. Por otra parte estará ese amor esquivo, que querrá que lo alcancemos para que descubramos su esencia, pero eso será lo más cercano que estaremos de su plenitud y encanto. Una búsqueda que comenzará por las noches cargadas de soledad, de un mensaje que nos despierta en la oscuridad y que encenderá aquel deseo oculto para permitirnos soñar en ese instante. Saldremos a buscar el amor, apenas se enciendan las luces de la ciudad y estará allí, a la vuelta de aquella esquina o sentado paciente en la mesa de un bar. Aunque en soledad estemos encerrados por nuestra propia voluntad, el amor tarde o temprano nos reclamará para que lo salgamos a buscar, reclamará que luchemos nuevamente por él y así encontrar el verdadero sentido de vivir. Sin dudas ese encuentro estará rodeado de intensidad, donde nos encuentre simplemente con renovadas ganas de amar, que el cielo se encuentre en tus ojos y en su reflejo mi mirada siempre pueda encontrar. Es el amor el que nos mantendrá vivos y luchando, sin tener miedo, ni siquiera a la muerte, porque siempre será valentía para afrontar las adversidades del destino y hacer a un lado las distancias para que esas almas se puedan encontrar. El amor convertirá nuestra realidad en un mundo cargado de juegos, incluso donde podremos soñar y sonreír así como cuando éramos niños, sin preocupaciones y obligaciones, sino más bien de la mano salir a jugar y reírse como tontos ante la mirada insensible de los demás. Transformemos al amor en nuestra meta y destino; mientras atesoramos sus flores que crecen al costado de su camino y en esa búsqueda incansable nos entregaremos en cuerpo y alma sin importar que no podamos volver a ver su mirada o ese tibio aliento que erizaba la piel. Esa búsqueda de amar la comenzaremos en el rincón más oscuro donde alejaremos los miedos y la timidez y así desprender esa blusa que volverá a vestir tu suave cuerpo al amanecer.Nunca debemos confiar en que lo hemos encontrado sino tratar todos los días de conquistarlo y cuidarlo como algo valioso, más importante que algún otro tesoro.En esta búsqueda de amar no se puede dar por vencido hasta ver a la distancia su luz, su mirar que dirá que solo a su lado me puedo quedar, eso será como sentir el cielo en la tierra o encontrar el sentido a la vida. En esa búsqueda las ausencias no nos podrán alcanzar porque todo volverá a su lugar: el pasado quedará atrás y adelante solo estarán esas ganas de encontrarte. En razones del corazón no se puede perder el tiempo porque es de lo que el hombre siempre carecerá o siempre le parecerá insuficiente.Busquemos el amor que nos haga olvidar aquel sentimiento fingido que nos transformó el futuro en soledad, que convirtió nuestras ilusiones en una fría noche y las esperanzas en una estrella fugaz. Salgamos a buscar un nuevo amor que nunca tenga recuerdos o llanto sino que siempre sea compañía, tolerancia, respeto y realidad.Ese amor lo voy a encontrar en tu boca, en tus ojos y en estas ganas de amar. PorRaúl Saucedo [email protected]
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