Hola queridos amigos. Es la sexta consigna del “Decálogo de Paz”:Solo puede aspirar a los dones del Espíritu, el alma agradecida;no son ellos atributos de la soberbia. Mala cosa es esta última que lleva al hombre a su exterminio. Por caminos de desencanto va labrando su destino, sin entender siquiera que es él mismo quien lo ha esculpido. Vicios y tristeza trae consigo su actitud altiva; en mares de desencanto terminan todos sus llantos. Busca alrededor y no encuentra lo que cree que la vida le niega, siendo sólo él quien de ella se aleja. La vida es un canto al Amor a la que hay que agradecer desde el principio al fin, por el dolor de nacer, y por habernos traído acá nada más que a aprender; oportunidad magnífica que tiene el hombre de crecer. Si él agradecido es, puede ver las cosas con los ojos del alma, y disfrutar de todo aquello que a los necios les es negado. Agradecer a su hermano, agradecer por la brisa y a los pájaros su canto,agradecer por lo malo que os enseña y por lo bueno que os da descanso. Por qué buscar entonces en cajones vacíos la piedra preciosa del ser agradecido?Joya preciosa ésta que sólo posee aquelque sabe agradecer. La palabra “gracias”, tiene por sí sola una resonancia y poder que están fuera del alcance de la comprensión del intelecto, pues aunque se la diga sin el sentimiento con que normalmente viene aparejado, actúa devolviendo en infinitas “gracias” al que va dirigido como también para el que la pronuncia, y trabaja en niveles donde la razón no puede llegar. Es por esto que es empleada en la técnica hawaiana, tan en boga hoy, del Ho’oponopono, donde su repetición junto a otras dos no menos poderosas palabras, quedando así la expresión a repetir: “Perdón, gracias, te amo”. Ho’oponopono significa borrar un error, pues eso es lo que hace la repetición de esas tres palabras, lográndose con ello la sanación psíquica y hasta física de la persona o la situación a quien va dirigida la intención. Entonces, agradezcamos sin siquiera saber por qué, porque les puedo asegurar que hay tanto de lo que ignoramos. ¿No saben acaso que somos elegidos del Señor, que Él puso a nuestra disposición una legión de ángeles para que nos cuiden, nos guíen y nos ayuden, y persistimos en ignorarlos, alejándolos a veces de nuestro lado con un gesto hostil?¿No es más fácil y más bello aceptarlos como regalos que del cielo son?Aprendamos a agradecer porque sí, dejándolos entrar en nuestras vidas que deseosos están de hacerlo. Que dirijan ellos nuestros pensamientos hasta el día en que aprendamos a pensar y sentir desde el Ser y así se transforme nuestra vida en mágica expresión del amor. Ser agradecido es una condición que resulta muy fácil ejercer a quien desde la cuna ve este ejemplo y en coherencia es enseñado al niño por sus padres; muy difícil es luego ser incorporado en quien no ha sido de esta manera instruido, aunque trabajando sobre cualquier falta todo se logra y para esto, primero debemos hacer consciente esa carencia, o sea que nos damos cuenta, hacemos consciente lo que erróneamente fue grabado en el inconsciente durante la niñez, que como dije anteriormente, el inconsciente se graba hasta los siete años y en este caso específico nos hacemos conscientes de que somos poco o nada agradecidos. Les dejo como práctica semanal, el tratar de agradecer a todos y por todo. Hasta la próxima mis queridos lectores. ColaboraGraciela del CarmenZaimakis de AbrahamEscritora
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