El Desafío Mundialista que llevaron adelante los seleccionados de Argentina y Brasil, en territorio misionero, dejó varias cosas para analizar.Por un lado, desde el punto de vista puramente deportivo el equipo que dirige Ariel Avveduto dejó una buena imagen de cara al futuro. Este proceso en el que el DT y la CAFS apuestan a un proyecto en el que convivirán juventud y experiencia va por buen camino. Todavía falta mucho camino por recorrer para llegar al Mundial 2019 con un plantel maduro en el aspecto de la idea de juego a desarrollar, pues contra Brasil, la calidad individual del plantel se impuso a algunas dudas colectivas que evidenció el equipo, en proceso de desarrollo. En cuanto al desempeño de los jugadores misioneros, el que más tuvo minutos en cancha fue Sandro Antivero, quien fue convocado a último momento por la lesión del mendocino Parada. El jugador de Plastimí respondió con acierto en su primera convocatoria a la selección. En tanto, el posadeño Rodrigo “Piru” Gómez dejó en claro que puede ser una alternativa interesante desde el punto de vista del despliegue y la táctica. El montecarlense Sebastián Ortíz tuvo pocos minutos en juego, pero fue el más flojito de los saloneros provinciales. La apuesta a futuro es el posadeño Bruno Humada, quien fue citado en la capital para estar cerca de la selección: en Ushuaia trabajará a la par del resto del plantel. Todo pasará por la cabeza del jugador, pues talento tiene de sobra.
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