Enseñar con calidad. Con ese objetivo llegó, invitado a esta ciudad, el doctor en historia y reconocido egiptólogo, Marcelo Campagno, para quien es imprescindible “no despreciar la curiosidad” que existe en torno al misterio de las pirámides y de la cultura que dominó el mundo del cercano Oriente hace más de cinco mil años.“Nunca me ofendo si me preguntan por los extraterrestres o consultan sobre lo esotérico que hay alrededor de Egipto. Es una manera de la gente de expresar su curiosidad y que -en todo caso- le permite a la Ciencia explicar que- para construir una pirámide- no hacen falta los extraterrestres, pero sí un Estado capaz de contener los recursos y la mano de obra”.Con esta sencilla explicación Campagno introdujo a Enfoque en una fascinante charla sobre cómo fueron los orígenes de nuestras sociedades estatales, hace tan sólo 3.500 años antes de Cristo y luego de que el Hombre viviera millones de años sobre esta tierra en sociedades igualitarias de bandas, y que de pronto genera los mecanismos, para concebir las relaciones sociales en las cuales vivimos actualmente.¿Cómo es ese momento anterior al surgimiento de lo que va a ser el Estado tal y como lo concebimos en la actualidad? ¿Qué pasaba antes -por ejemplo- con las relaciones humanas y de liderazgo?Esos son algunos de los planteos que vine a charlar con los estudiantes de Posadas. También, igual que Egipto, están los ejemplos en la Mesopotamia y otras civilizaciones como las existentes en el mundo pre-colombino. En determinado momento se conformaron sociedades estatales. Son esas sociedades que después nos han dejado esas huellas que nosotros vemos más visiblemente, son las que han construido las pirámides, los grandes templos, en todos lados. Pero claro, eso tuvo un momento. Para el caso de Egipto en particular, fue un proceso que se dio 3.500 años antes de Cristo: un proceso de cambio.Antes de eso lo que tenemos son sociedades aldeanas, comunales, que a grosso modo se pueden llamar tribales. Pequeños grupos que vivían cerca de los ríos y cada uno en un entorno de parentesco, por así decirlo.La pregunta por el origen del estado en Egipto -o del origen de la civilización egipcia- es un poco la pregunta por cómo se pasó de esas sociedades aldeanas de campesinos viviendo a la vera del valle a esa sociedad con dispositivos enormes, de construcciones monumentales, de ejércitos numerosos, de élites enriquecidas, ciudades con capacidad de almacenamiento. Ahí esta la gran pregunta. Por supuesto hay mucha discusión sobre estas cosas, lo que creo es que lo más importante es tratar de ver cómo esas organizaciones basadas en el parentesco dieron lugar a una dinámica tan diferente. Porque la dinámica estatal está basada prácticamente en la cuestión de que hay un grupo dominante que puede imponer su voluntad al resto. Ese grupo es el que puede cobrar los tributos.En Egipto gran parte de la gente no era esclava, sino campesina que sí podía ser forzada a tributar con especies o en trabajo ( mano de obra). Las pirámides son el efecto del tributo en trabajo. ¿Cómo se pasa de una sociedad aldeana a una sociedad de esas características que usted menciona? Ahí creo que una de las grandes preguntas para empezar a pensar es ¿en qué condiciones puede haber un grupo que puede imponer su voluntad a los demás? Lo que me parece más interesante para ver es que en las sociedades aldeanas el parentesco no permite que eso pase, porque en algún sentido aunque haya algún tipo de autoridades, siguen siendo familia… forman parte de una lógica social donde un jefe no puede obligarte a hacer lo que él quiere, sea cual fuere su voluntad. Hay una serie de criterios que organizan la vida y si el jefe se quiere escapar de eso seguramente su comunidad lo dejará de respetar como jefe. Con el Estado sucede lo contrario: existe un rey que puede imponer su voluntad a su libre arbitrio.¿Puede haber un “pacto” social ahí?, en el sentido de “aceptar” el arbitrio del rey (faraón) etcétera…? De hecho, Max Weber define al Estado como “el monopolio legítimo de la violencia”…Toda definición de Estado tiene que tener un componente ligado a la violencia y otro ligado al consenso. Coerción es violencia, y lo de “legítimo” significa que hay alguna aceptación. Entonces, yo diría, para que haya Estado tiene que haber las dos cosas y de hecho hay una enorme discusión sobre qué es primero, si la violencia y después el consenso o al revés.Yo me inclino a pensar que la violencia es primero, por el hecho de que la dinámica del parentesco no permite que internamente el jefe de una aldea se pueda transformar en un rey. Mi percepción es que las primeras relaciones del tipo estatales son las que tienen lugar entre grupos distintos (no parientes).Obviamente, que eso no lo explica todo pero te da un espacio para pensar en dónde podrían haber surgido esas relaciones sociales tan distintas.Hay un término que en ámbitos académicos puede ser un poco espinoso, pero de todas maneras yo hablo de “intersticios”. Que el Estado no surge dentro de la comunidad sino en las fisuras. Hay una relación bastante directa entre procesos de aparición del Estado y de construcción de ciudades. Éstas suelen ser foco de población que va a vivir allí desde distintos lugares. De alguna manera es el mismo efecto del fenómeno migrante. Los inmigrantes que forman barrios producen una suerte de sociabilidad del lugar de donde vienen, pero al mismo tiempo, dentro de su barrio es una la relación, y fuera de él, otra. Mi impresión -cuando uno considera sociedades del mundo antiguo- es que fue un poco la manera en la cual se construye el mundo reciente: se forman barrios que tienen que ver con la procedencia; pero que pueden surgir antagonismos con los demás, porque dentro del barrio hay un código pero fuera no. Se pueden hacer cosas que a un miembro del grupo no se las haría.Entonces: no digo que se trata sólo de ir a atacar al otro grupo e imponerle a ese otro grupo un orden nuevo; sin embargo me parece que ahí hay un elemento central para pensar cómo se pasa de una cosa a la otra, porque después, de ahí a las pirámides, es más fácil. Lo central es entender cómo se estabiliza una relación con quienes no son miembros del grupo.Una vez que se tiene eso: la posibilidad de pensar que un grupo se impone sobre el resto, se tiene también la posibilidad de suponer que ese grupo dominante tenga cada vez más riqueza porque tiene la capacidad de la extracción de tributo, y, en consecuencia, más posibilidades de movilizar mano de obra para las construcciones o para la guerra. No podría haber pirámides si no hubiera una élite dominante a la que el resto de la población le rindiera tributo.A veces, con respecto a Egipto, la gente se suele quedar con la idea más exótica, esotérica, de cómo se construyeron sus obras monumentales, pero lo que tratamos de ver con la ayuda de la Ciencia es que no se necesitan los extraterrestres para que hayan pirámides, pero sí se necesita al Estado.¿
;Y cómo toma usted las preguntas de las personas que van por el lado de lo esotérico para entender la existencia de las pirámides?Nunca lo tomo a mal. Esas preguntas implican que hay un interés. Lo que hay que tratar de hacer después es conducir ese interés hacia otro tipo de formas de pensar, que son las que los científicos sociales tratamos de cultivar en las universidades.A propósito, ¿cuál fue el legado que dejó Babilonia en lo relativo al Estado?Los habitantes de Babilonia tienen una larga trayectoria, anterior inclusive a la etnia de los caldeos, es un centro muy importante donde se desarrolla un interés muy grande en los fenómenos ligados a la adivinación, astronomía, astrología. De hecho hay un interés más ampliado, quizás, que el que se ve en Egipto para las mismas cuestiones.Hay allí un pensamiento que también involucra de alguna manera las matemáticas, algo que algunos autores van a llamar las “Ciencias Exactas y Predictivas”, como un atributo de las primeras civilizaciones y ahí se está pensando básicamente en la Mesopotamia. Concretamente datos exactos no se tienen de cuándo (fecha) surge el Estado, pero lo que está claro es que los Estados aparecen porque tienen la capacidad de sostener “especialistas” (escribas, burócratas, sacerdotes especializados en el culto, artesanos) gente que se especializa en las cosas que a la élite de esas zonas le interesan. En la Mesopotamia se hace muy fuerte la cuestión de lo esotérico. Con eso digo, seguramente, los Estados son un elemento (también) para la posibilidad para que se expandan los especialistas sostenidos por el Estado. Es decir, si tenés “especialistas”, tenés Estado. Después usted traslada, en sus estudios más recientes, todas estas perspectivas teóricas a América…En el momento de la conquista en América existía una gran diversidad de formas de organización social. Muy diversa y con una raigambre muy interesante: tenés organizaciones de caza y recolección, como ejemplo la que había en La Patagonia; agricultores más o menos restringidos desde el punto de vista sociopolítico, como en el ámbito de la macroregión del Chaco (es el caso de los guaraníes) hasta Estados muy poderosos como el caso los Incas en el mundo andino, y en el mundo mesoamericano tenés (a la llegada de los españoles) a los aztecas, pero no mucho tiempo antes estaba toda la experiencia de la civilización Maya. Asimismo, antes de eso hay experiencias estatales que son más remotas. Hay un consenso en considerar que en el mundo andino estuvo la civilización Tihuanaku en torno al lago Titicaca en Bolivia (1580 a. C. – 1187 d. C.) y para el ámbito mesoamericano hay distintos núcleos y una muestra de ello es el Monte Albán, un núcleo en la zona del valle de Oaxaca (alrededor del siglo V a. C.) Son sociedades estatales que surgen mucho tiempo después de las de Egipto y Mesopotamia. No son simultáneas a éstas, pero el punto es que son tan “primeros” como los otros Estados porque en algún sentido acontecen en coordenadas espaciales temporales totalmente diferentes, al fin y al cabo no es que los egipcios en cierto momento se tomaron un barco (ironizó) y se vinieron a América.Es una experiencia tan autónoma la afroamericana o la del mundo andino como las de Egipto y la Mesopotamia o las zonas de China donde se van dando este tipo de transformaciones, por eso me interesa aproximarlas, poder pensar un poco en común estas cuestiones que parecen que no tienen nada que ver y en general, vemos que el mundo americano entra “por la ventana” en el contexto de la conquista, con dos o tres palabras de que había algo acá antes de Cristóbal Colón y casi uno no se entera de nada y en realidad hay toda una dinámica de miles de años que son tan interesantes de considerar junto con la del cercano Oriente y que valen la pena aproximar porque hay muchos aspectos en común, que tienen la ventaja de permitir pensar una cosa con la otra. Hay una bisagra importante en todos estos Estados que van surgiendo, y es la de la religión…La religión es central en todas las civilizaciones antiguas. Todas las dinámicas y élites estatales tienen algún tipo de vinculación con el ámbito de la religión. Los reyes en particular siempre están ligados al ámbito de los dioses, desde sociedades en las cuales el rey puede ser un representante de los dioses o un elegido de ellos, hasta la representación de Egipto en donde el rey es directamente “dios”. En la cosmología egipcia Osiris es un dios-rey muerto. Es el padre de Horus, el rey gobernante. El rey, en tanto rey que gobierne, es un dios particular: Horus, el dios halcón y cuando muere se transforma en su padre el dios muerto, Osiris. Así uno ve cómo la religión lo permea todo, el rey es un dios en particular y cuando se muere pasa a ser otro.Los textos, que en el caso de egipto son muy abundantes, enfatizan todo el tiempo que el rey no es solamente un dios sino un miembro de la comunidad de los dioses y eso instala una cuestión muy importante: el parentesco no desaparece de las sociedades estatales sigue siendo muy importante para organizar distintos aspectos y el rey que no aparece vinculado al resto de la comunidad más allá de su parentela real, particularmente los textos de las pirámides dicen que los faraones son parientes de los dioses.Uno de ellos dice: “Tú no tienes padre humano, tú no tienes madre humana. Tus padres son los dioses y tus madres diosas”. El rey cambia de parentesco, ya no es humano pasa a ser un dios y pariente de ellos. Es interesante cómo por esa vía se conecta la cuestión de la religión, el parentesco y el poder político. ¿Cómo va a estar vista esta misma cuestión en el mundo americano?Para estos tipos de datos, sobre religión, los textos aportan muchísimo más que la arqueología. Te dan imágenes generales, aún así lo que sabemos de incas y aztecas, la relación que traza el Inca como hijo del Sol es directa con el mundo de las fuerzas sobrenaturales y lo mismo podemos suponer con las demás civilizaciones anteriores a ésta. Lo más probable es que el poder político y la religión estuvieran asociados desde el comienzo. Todas orbitan alrededor de la religión como un motor central de la existencia. Colaboración: Myrian Vera
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