Las altas temperaturas de los últimos días y la acuciante falta de lluvias en el oriente misionero complicó sobremanera el normal abastecimiento de agua potable en esta ciudad, al punto de que la Cooperativa de Agua de Bernardo de Irigoyen Limitada (COOPABIL) decretó ayer la emergencia hídrica en el municipio.
A través de un comunicado, la entidad hizo saber a sus usuarios que “debido al vaciamiento de la represa de la planta potabilizadora, por falta de lluvias, no se pudo bombear agua en el día de la fecha (por ayer). Por tal motivo, se solicita a los usuarios controlar al máximo el consumo del vital líquido”.
Tras dicha notificación, PRIMERA EDICIÓN dialogó con el presidente de la COOPABIL, Hernán Olivera, quien explicó que “hace 40 días que no llueve en la región. Hoy el problema es acuciante, esta falta de agua y con esta magnitud creo que no la tuvimos nunca en la ciudad”.
“La emergencia hídrica seguirá vigente hasta que llueva y vuelva a normalizarse el nivel de agua en el arroyo, las nacientes y afluentes que abastecen a la represa, como así también a los pozos perforados que tenemos en funcionamiento y algunos de los cuales ya están sin agua”, añadió.
Ante esta situación, Olivera adelantó que hoy “vamos a salir con los bomberos de la Policía de Misiones y con los bomberos voluntarios de la ciudad a abastecer con camiones cisterna a algunos lugares que ya están quedando sin agua”.
“La situación es crítica, de ahora en más, que sea lo que Dios quiera”, sentenció el titular de la COOPABIL, quien graficó a la FM 89.3 de las Misiones que la población “ya está rezando en sus casas, estamos en permanente contacto con las iglesias y en las redes sociales están orando para que Dios nos mande agua”.
Una altura que complica
Según explicó Olivera, el arroyo San Roque es el cauce de agua que abaste a la represa de la planta potabilizadora de agua de la cooperativa.
A ello se debe sumar un total de siete pozos perforados que funcionan en distintos puntos de Bernardo de Irigoyen. La ciudad está a 365 metros sobre el nivel del mar y el 90 por ciento del suelo es de base rocosa, lo que hace aún más difícil llegar con cañerías de agua a todos los barrios del municipio, agregó.