El cierre de comercios sigue complicando a las economías de distintas ciudades de la provincia, entre ellas Posadas, Oberá, Puerto Iguazú, Leandro N. Alem, Eldorado, Apóstoles y San Vicente.
Es que la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores, sumada a la inflación, las asimetrías y la presión fiscal, obligaron a los comerciantes a dejar de lado sus emprendimientos o tomar medidas de ajuste para subsistir. En este contexto, sólo en la ciudad capital, bajaron las persianas más de 200 comercios en lo que va del año.
Así lo aseguró el secretario de Promoción de Desarrollo de la Municipalidad de Posadas, Telmo Cabrera, quien reveló a PRIMERA EDICIÓN que en los primeros siete meses del año “hubo 236 pedidos de bajas en comercios de distintos rubros”.
En este sentido, señaló que los principales afectados fueron los negocios de “alimentos, indumentaria, zapatería y accesorios”.
Estos cierres, consideró, se deben a “la crisis que afecta al consumo y a las asimetrías que tenemos con Encarnación”.
Asimismo, apuntó que las inscripciones más requeridas están relacionadas con los rubros de “alimentos, pequeños quioscos, supermercados, despensas de barrios, servicios inmobiliarios y diversos oficios profesionales como electricistas y plomeros, que no operan con locales”.
En una recorrida realizada por este Diario dentro de las cuatro avenidas del microcentro de Posadas, en las cuadras comprendidas entre las calles La Rioja, Colón, Junín y Sarmiento, se pudo contar que en un total de 16 manzanas habían al menos 18 locales comerciales cerrados, en su mayoría de indumentaria y de alimentos.
Entretanto, el presidente de la Cámara Regional de Industria, Producción y Comercio de Oberá (CRIPCO), Carlos Alberto Mielniczuk, señaló que en lo que va del año “se mantuvo la cantidad de socios” en la entidad y celebró que por suerte en su ciudad no se han visto cierres, al menos no de empresas constituidas o negocios tradicionales este año”.
Sin embargo, reconoció que hay rubros que sí se vieron afectados por la crisis: “El de indumentaria y calzado es el más damnificado. Hay dificultades para llegar a fin de mes, para pagar los sueldos y los impuestos”, sentenció. Y expresó que los que logran mantenerse pertenecen al rubro de comercio en general y a la parte de servicios e industrial con actividades como el té, yerba mate y metalúrgica.
Beneficiados por el turismo
En Puerto Iguazú, el turismo de las vacaciones de invierno benefició al rubro gastronómico y hotelero, aunque desde la Cámara de Comercio, Industria, Comercio Exterior y Afines de esta localidad indicaron que “el sector comercial está muy deprimido”.
“Hubo muchos turistas y por supuesto que la gastronomía local fue la más beneficiada por esto, al igual que la hotelería. El comercio estuvo bien en la temporada alta, aunque está muy deprimido”, aseveró el vicepresidente de la entidad mercantil, Jorge Florentín.
Además, manifestó que “la situación está muy difícil” y gran parte de esto, adujo, se debe “a la presión impositiva, tanto provincial como nacional. Es muy costoso mantener una actividad en regla, lícita y como corresponde”, apreció. Y sostuvo que, a pesar de los esfuerzos de los programas provinciales como el Ahora Misiones, y Ahora Carne, “no son para nada suficientes”.
La situación en Alem y Eldorado
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Leandro N. Alem, Luis Koch, confirmó el cierre de locales y la reducción de actividades por la caída de ventas en esta localidad.
El rubro más afectado es el de indumentaria. En el caso de los electrodomésticos, no se observaron grandes cierres, ya que son negocios que suelen contar con previsión.
Koch remarcó que “muchos abandonaron la zona céntrica, pero se instalaron en sus barrios o sus casas”. De esta forma, los emprendedores no deben abonar altos montos en los alquileres.
En consecuencia, detalló que en la zona céntrica se contabilizan unos 30 locales que tienen sus persianas bajas, pero “eso no quiere decir que se detecte un 30% de cierre, porque puede ser que esos comerciantes se cambiaron de lugar o se achicaron para enfrentar la situación y reducir los gastos”, advirtió.
Subrayó que “los comercios más afectados son los del día a día, es decir, los que necesitan de las denominadas compras rápidas”.
Asimismo, esbozó que “muchos se pasaron a la informalidad, principalmente quienes comercializaban ropas y calzados”.
En relación a la situación actual de los comerciantes, Koch sostuvo que “se ve una reactivación pero es muy lenta. Sin embargo, algo se está notando y se está estabilizando la actividad”. En tanto, aseguró que “sí se ve que la gente está buscando líneas de financiación para recomponer el capital”.
En este punto, destacó las gestiones que se realizan a través del Fondo de Crédito de la Provincia. Añadió, además, que “los programas ‘Ahora’ permiten que se estabilicen las ventas”.
De igual manera, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Eldorado, Carlos Dieterle, contó que desconoce “cuántos comercios se vieron perjudicados por la crisis”.
No obstante, afirmó que “con la devaluación en baja, por mínima que sea, la actividad se mantiene y el consumidor se anima a comprar en cuotas con tarjetas”.
Comerciantes de Apóstoles subsisten con reducción de horario y personal
La ciudad de Apóstoles no es ajena a la crisis económica que vive el sector comercial tanto a nivel provincial como nacional. Desde la Cámara de Comercio local explicaron que “muchos locales cerraron o redujeron la jornada y despidieron personal”.
Al respecto, el secretario de la Comisión Directiva de la Cámara de Producción, Industria y Comercio de Apóstoles y Alto Uruguay, Ariel Barrios, expresó que “no hace falta decir lo mal que estamos los comerciantes. No hablamos de ganar dinero, sino de subsistir. Hoy los comerciantes están manteniéndose. Necesitamos fuentes de trabajo”, agregó.
En conversación con PRIMERA EDICIÓN, además, se refirió a la situación de los comercios cerrados: “No tenemos un número exacto, pero sabemos que son muchos”, afirmó antes de advertir que “los que no cerraron despidieron gente o redujeron horarios y producción; por eso hay que tomar cartas en el asunto”.
Desde el ente estimaron el cierre de unos 50 comercios, mientras que también se detectaron casos de comercios grandes que se convirtieron en quioscos más pequeños. “Para subsistir se achican, pero esto hace que el comercio en muchos casos se vuelva ilegal, dando paso a una competencia desleal”, opinó Barrios. Lamentó, además, que “tener un comercio habilitado trae aparejada una presión tributaria muy grande”.
En tanto, consideró que “en este momento la Cámara de Comercio está trabajando bastante bien, ya que el comerciante de Apóstoles se están uniendo para buscar herramientas para subsistir”. Contó, además, que la entidad se encuentra en la espera de una nueva reunión con el nuevo Gobierno provincial para evaluar acciones en conjunto” y atender esta problemática.
Black Friday en Apóstoles
Por otro lado, el pasado jueves, en el recinto del Concejo, los comerciantes se hicieron presentes para lanzar el “Black Friday” local, con la idea de buscar alternativas de ventas.
La jornada de descuentos se concretó el último fin de semana. “Vimos la iniciativa y la idea fue buscar alternativas de ventas”, dijeron los vendedores, para lo cual “en este caso se hicieron descuentos importantes para el fin de temporada, pero también se sumaron las casas de materiales de construcción y pinturerías”.
En San Vicente también hubo achiques
En la localidad de San Vicente se observan locales desocupados, sobre todo los que se encuentran en las calles, avenidas laterales y barrios. La mayoría son comercios chicos y los más afectados son aquellos que eran atendidos por sus propios dueños. Dichos cierres se dieron por los costos de los alquileres.
Las bajas en las ventas se sienten en todos los rubros, como ser supermercados, verdulería, indumentaria, zapatería e impresión. Los comerciantes consultados aseguran que “las ventas bajaron en los últimos dos años más del 50%”. Asimismo, indicaron que las ventas aumentan a principio de mes, pero a medida que transcurren los días “se nota la merma”.
Consideraron que “durante los últimos días del mes de julio la actividad comercial estuvo prácticamente paralizada”. También se observó un achique en los comercios, que derivó en despidos de empleados y el recorte de otros gastos. De esta manera, las pequeñas empresas logran subsistir a la crisis. En ocasiones, pasan los meses con pérdidas, pero los dueños resisten esperando que la situación mejore.
A pesar de esta panorama, aclararon que los comercios tradicionales que funcionan en la Capital de la Madera se mantienen a flote y por lo pronto no se registraron cierres de grandes firmas.