Alberto Fernández se fue del gobierno de CFK en julio de 2008, luego de perder la votación en el Senado -con el voto “no positivo” de Julio Cobos- a la Resolución 125 que pretendía crear retenciones móviles a las exportaciones del campo; y luego de ser acusado por los “paladar negro” del kirchnerismo de ser “un topo” del grupo Clarín dentro del Gobierno.
Pasó diez años sin hablar con la expresidenta y lo volvieron a hacer después de las elecciones legislativas de 2017, que ganó Cambiemos.
Ese día “le dije que si no volvía a amigarse con sectores del peronismo, el peronismo no volvería a ganar”. Desde entonces se transformó en el arquitecto político de una construcción de unidad con diversos sectores que hoy lo propone como candidato a presidente, acompañado por Cristina como vice.
En entrevista exclusiva con PRIMERA EDICIÓN respondió las preguntas con tranquilidad y pausa. Se explayó en las cuestiones de política y economía nacional pero fue cauto y moderado al hablar de temas provinciales. No prometió nada especial y solamente dijo que se debe “trabajar entre todos” para cambiar el modelo económico de Macri que “ha incrementado la pobreza, el desempleo y deteriorado el aparato productivo” del país.
Al recordar su pasado kirchnerista admitió que sigue siendo crítico a la gestión de Cristina Fernández y que “por algo dejaron de votarnos”. Por eso insistió en que “hay que volver mejores que Macri y mejores de lo que fuimos”.
¿Cómo se dio su candidatura?
Yo me había puesto en la cabeza la necesidad de unir a las partes del peronismo, tenía una obsesión con esa materia que me nació después de la elección de 2017 cuando volví a hablar con Cristina. Ahí, yo le planteé que si ella no volvía a amigarse con sectores del peronismo, el peronismo no podía volver a ganar más porque divididos era el negocio ideal que necesitaba Macri. Entonces me puse eso en la cabeza y lo empecé a trabajar en febrero de 2018, cuando hicimos el primer encuentro en la UMET (Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo) donde convoqué a “Chino” Navarro, Felipe Solá, Agustín Rossi, Daniel Filmus y Víctor Santamaría. Entre todos hicimos una especie de proclama para que la unidad ocurra. Después, hicimos un acto en Lanús, otro en Catamarca, recorriendo lugares del país y mientras tanto yo seguía hablando con todos buscando la unidad. La unidad se fue concretando no sólo del peronismo sino con otros sectores como “Pino” Solanas, Victoria Donda, Víctor De Genaro, sectores más independientes del peronismo pero que tienen un compromiso semejante al del peronismo para cambiar este presente. Ahora, como tenía esa tarea de unificar, yo me había autoexcluido como candidato, sino alguien podía pensar que lo estaba haciendo en beneficio propio. Un día apareció Cristina con esta idea y, como soy un militante y dirigente político, si es el rol que me toca jugar en esta etapa yo lo cumplo.
Por la personalidad y el peso de CFK, algunos dicen que va a gobernar ella
Cristina es una mujer con mucha personalidad y Alberto Fernández es un hombre con mucha personalidad, tanta personalidad que un día le dijo a Cristina “hasta acá te acompañé”; y fui todo lo crítico que creí necesario ser para marcar los errores que yo entendía ella cometía. Y muchos de esos errores y críticas las sigo sosteniendo hasta el día de hoy. Diría que muchas por no decir todas porque suena antipático.
¿Por eso hablan de volver mejores?
Por eso he planteado, cada vez que se habla de volver, que con sólo volver no alcanza, tenemos que volver y ser mejores que Macri y mejores de lo que fuimos. Porque definitivamente, por alguna razón, dejaron de votarnos y eso nos obliga a revisar lo que hicimos, corregir cosas que hicimos mal y animarnos a comprometernos con la gente diciéndole: “yo quiero volver, quiero que me den la oportunidad, te garantizo que las cosas que se hicieron mal no van a volver a hacerse mal y que vamos a hacer las cosas bien”.
Pero se dice que las listas las armaron Cristina y Máximo Kirchner
Yo tengo un acuerdo tácito con Cristina, lo hemos hablado. El primer punto es que los presidentes no se meten en las listas de diputados. Las listas acá las hace el gobernador o la dirigencia, yo personalmente no me involucré, porque las listas de legisladores son un problema de la dirigencia de cada región, ahora el Gobierno es una decisión mía y lo voy a manejar yo, y ahí no voy a dejar que nadie se meta.
Pero participó en el armado de la lista del Frente de Todos de Misiones…
Era un mecanismo de encontrar la unidad de un espacio que debía unirse. “Cacho” Bárbaro es alguien que no sólo tiene reconocimiento electoral acá sino que es alguien a quien todos respetamos y valoramos por su militancia; queríamos tenerlo, integrando el espacio. Me pidieron que hable con “Cacho” y lo hice pero, finalmente, la decisión era de “Cacho”, yo le podía pedir pero no le di una orden. Además yo no aspiro a tener diputados y senadores obedientes, aspiro a tener diputados y senadores íntegros con quienes debatir el camino a seguir. Quiero conducirlos si están convencidos de lo que yo hago. No quiero que me obedezcan o me deban una banca, quiero que le deban lealtad al proyecto que enarbolamos.
¿Cuáles son las tres primeras medidas económicas o políticas que tomaría?
El 100% de mi tiempo lo voy a dedicar a poner en marcha el aparato productivo del país, para abrir fuentes de trabajo. La Argentina de Macri hizo crecer la pobreza 30%, hizo crecer la desocupación 100%, nosotros no podemos vivir en esa Argentina. El 100% de mi tiempo va a estar destinado a que se abran las puertas de las fábricas y las PyME empiecen a operar en Argentina, absolutamente destinado a que el circuito productivo empiece a funcionar y se recupere el empleo.
¿Cómo se lograría, con qué herramientas?
Primero hay que volver a reactivar el crédito en Argentina y, para eso, hay que desalentar los mecanismos de especulación financiera que hoy en día ha implementado Macri. Yo no quiero que gane el especulador, quiero que gane el que invierte y arriesga con una empresa. Para eso tenemos que desarticular el aparato especulativo y volver a poner créditos en la calle para que los empresarios vuelvan a funcionar.
¿Hay que reformar el Poder Judicial?
El Poder Judicial no está funcionando bien, lo digo yo y lo decimos todos. Algunas áreas del Poder Judicial funcionan peor que otras. La Justicia Federal en Buenos Aires funciona peor que cualquier otra, tal vez. Lo que creo es que hay que reformular el funcionamiento de la Justicia, que no necesariamente es echar jueces, es ver lo que ha pasado y ver cómo hacer las cosas mejor. Yo soy hijo de un juez, creo en la Justicia, yo fui parte del Gobierno y actor importante de la gestión que construyó la mejor Corte Suprema de Justicia que la democracia recuerda, poniendo jueces íntegros moralmente y técnicamente muy solventes. Sigo creyendo que esa Justicia es posible y voy a hacer todo lo necesario para corregir.
¿Tiene plan económico o nombre del ministro de Economía?
No tengo ninguna de esas cosas pero, teniendo en claro cuales son los objetivos y las premisas, sabemos lo que tenemos que hacer. Con Néstor Kirchner levantamos un país sin haber hecho un plan económico. Lo que sí teníamos premisas que respetar, como el superávit fiscal, la acumulación de reservas, el desendeudamiento. Esas cosas eran como reglas de oro, esas las vamos a volver a imponer y tiene que ver con lo mismo.
¿Qué va a hacer con el FMI?
Tuve ayer (por el jueves) una reunión con ellos. Tienen que entender que la plata que le están dando al gobierno de Macri va a parar a un pozo ciego. Nos han dado 39 mil millones de dólares de los cuales 30 mil millones se fugaron. De acá hasta que se vaya Macri hay 11 mil millones más que el Fondo tiene que depositar en Argentina. Le pedí que por favor hagan algo para que esos 11 mil millones no vuelvan a caer en la fuga. Se los advertí porque ahí empieza a ser responsable el Fondo Monetario. La Argentina está en un eventual default que no se expresa porque el Fondo sigue mandando dinero, pero el riesgo es que no se pueda pagar.
¿Y qué hacemos con la deuda?
Si no se refinancia, la deuda habrá que pagarla pero nosotros confiamos que se pueda refinanciar. Ellos plantearon una serie de objetivos que ninguno fue cumplido. Se planteó el objetivo de disminuir la deuda y aumentó, se planteó terminar el déficit fiscal y este año va a crecer 1% aproximadamente. Se planteó bajar la inflación y subió a más de 50%, se planteó disminuir la pobreza y aumentó, bajar la desocupación y aumentó. Ninguno de los objetivos se ha cumplido, entonces tenemos que cambiar y esto le plantee al Fondo. No es que yo no quiera pagar, lo que digo es que así no se podrá pagar.
Antes de ser presidente, Macri dijo que la inflación era un tema fácil de resolver…
Nunca fue un tema fácil. Podés resolverlo por dos vías: por un plan shock o un mecanismo gradual de baja. El problema es que, cuando atacás con shock, empezás a renunciar a otras alternativas o herramientas para controlar la economía. Por ejemplo: la convertibilidad era un gran plan antiinflacionario pero le quitó a la Argentina un instrumento central, que es la moneda y eso terminó siendo un gran problema.
¿Vuelve el cepo para contener el dólar?
Yo fui muy crítico del cepo, pero la realidad es que la Argentina periódicamente tiene cuellos de botella, momentos donde la demanda de dólares es mayor a la producción de dólares. Cristina resolvió ese tema con el cepo, pero tenía un problema porque es como una puerta giratoria: si trabás una puerta no gira, pero la otra tampoco, entonces vos parás la salida de capitales pero no dejás entrar ningún capital nuevo, ese fue el mayor problema que tuvimos. Cuando Macri tuvo el mismo problema, que la demanda de dólares fue mayor a la disponibilidad, lo resolvió tomando dólares prestados. Si revisás las dos opciones la opción de Macri es muchísimo más costosa y dañina. Eso hay que resolver.
La renovación en Misiones va con boleta corta, sin candidato a presidente ¿Qué opina?
Me parece muy bien, van con boleta corta por una cuestión formal pero estoy seguro de que me van a acompañar y yo necesito que me acompañen porque voy a tener que trabajar mucho con el gobernador de la renovación. Claro que necesito que me acompañen.
Rovira dijo que el próximo presidente debe dar una compensación económica a Misiones
En eso tiene razón Carlos pero no pasa sólo con Misiones, pasa con muchos otros. Si uno se para en Buenos Aires produce el 40% del PBI argentino en términos nominales y no tiene una coparticipación acorde a eso. Es justo lo que plantea Carlos. Una nueva ley es difícil, por eso se habla de compensaciones.
Misiones lucha por un sistema federal de regalías hidroeléctricas y necesita inversión para extender las redes eléctricas. ¿Qué opina de eso?
Hay que hacerlo, no por Misiones sino por la Argentina, hay que hacer obras en Misiones y en otros lugares de la Argentina. Yo he hablado mucho con Sergio Lanziani (ministro de Energía de Misiones) de este tema.
Propuestas para las economías regionales de Misiones
Yo soy un porteño pero soy el más federal de todos. En los años como jefe de Gabinete me he dado cuenta que la Argentina no es un país federal. Es un país que dice ser federal pero no lo es, somos un país profundamente unitario. Lo que nosotros tenemos que hacer es un país federal y entre las cosas que hay que hacer es atender los modelos de las economías regionales. Todas las economías regionales están en crisis porque Macri no cree en las economías regionales y lo que hace falta es prestarle mucha atención, a la yerba y al tabaco acá y al vino en Mendoza y San Juan, que también están viviendo una crisis muy aguda. Ahora la solución es trabajar entre todos. Como yo quiero trabajar codo a codo con cada gobernador juntos iremos descubriendo como diagramar las economías regionales de Misiones.
Misiones padece una cuestión de frontera ¿Es posible una zona aduanera especial?
Es parte de la peculiaridad de Misiones y eso hay que tener en cuenta. Se puede analizar una zona aduanera especial si hay voluntad y mi voluntad es que Argentina crezca de manera igualitaria, que los jujeños no tengan que irse a Buenos Aires a buscar suerte, que los misioneros puedan encontrar en Misiones un lugar donde crecer, trabajar, desarrollarse y morir, que es lo que todos queremos.