La amenaza que había insinuado el fallo del juez Thomas Griesa de Nueva York a favor de los llamados fondos buitre, se desvaneció más rápido de lo pensado, al intervenir la Cámara de Apelaciones del mismo distrito judicial estadounidense a favor de la postura interpuesta por la Argentina.El pronunciamiento de la Cámara le dio la razón a quienes sostenían que la decisión de Griesa de obligar al Estado argentino a depositar 1.300 millones de dólares en efectivo para garantizar el pago al fondo especulativo no tenía fundamento jurídico y podría sentar un precedente negativo no sólo para Argentina, sino respecto a eventuales crisis de deuda soberana en el futuro.No se confirmó, en cambio, el vaticinio de muchos especialistas sobre una inminente entrada de Argentina en “default técnico”; y por tanto no se esperan mayores sobresaltos en lo que resta para el cierre de un año que -aún con la notoria desaceleración de la economía y la pérdida del superávit fiscal- deja plantado hacia adelante un escenario de leve mejoría, dado al repunte diagnosticado a la economía brasileña.Sin embargo, la temperatura política y social al inicio del último mes del año está enmarcada en una suma de tensiones que tienen como centro al gobierno kirchnerista, que, en los últimos días, recibió fuertes cuestionamientos de la jerarquía de la Iglesia Católica en su documento de fin de año. La Casa Rosada obvió todo tipo de opinión y la Presidenta ordenó a su gabinete guardar silencio, en un intento de no darle entidad al planteo eclesiástico y correrlo de la agenda pública. La presidenta Cristina Kirchner sorprendió al no hacer anuncios ni hablar del documento de la Iglesia, cuando en la tarde del jueves puso en marcha una segunda etapa del plan de construcción de viviendas. A pesar de la transmisión en cadena, no deslizó ningún comentario respecto a la crítica del Episcopado, a pesar de que aún cuando los prelados formularon polémicas acusaciones, como las denuncias de “restricciones a la libertad de expresión” y “la independencia de la Justicia”, y cuestionaron a La Cámpora y al “caudillismo”. El sábado, se supo que Cristina había concedido la audiencia solicitada por los obispos al remitir el documentoM y esta vez fueron los prelados los callados. Las tensiones, tienen que ver con los pronunciamientos previos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que negaron al Grupo Clarín una extensión de la cautelar que frenó la aplicación de la cláusula de desinversión, incluida en el Artículo 161 de la Ley de medios. La Corte ordenó, asimismo, al juez de primera instancia que entiende en el caso que resuelva con premura la cuestión de fondo; apuntando, ostensiblemente, a dar un término a la disputa entre el Gobierno y el influyente medio periodístico. Según los analistas, la Corte dio una muestra de independencia judicial que deja el camino abierto para una resolución que, ya sea en el próximo “7-D” , como espera el gobierno, o no, el conflicto entorno de la ley mediática entre en un plano de resolución institucional. Además de todo lo vinculado al ya famoso 7D, el país tuvo en la mira esta semana a Misiones por el llamado Caso Ovando. La mujer acusada de dejar morir a su hija de tres años en Colonia Mado, finalmente fue absuelta. Y su liberación, más todo lo que se escuchó en el debate hecho en Eldorado, sí dejó una condena, al Estado ausente; al Estado que le dio la espalda a esta persona analfabeta y exponente de la pobreza estructural.Partidos en terapiaEn la oposición misionera, esta semana el culebrón más ventilado en los medios siguió siendo el conflictivo panorama que se generó en el PJ misionero que, sin embargo, se aproximaría a una compleja definición; luego de que el Frente de Unidad Peronista que conduce el senador “Juanchi” Irrazábal -aliado al ex senador Lucho Viana- consiguiera el miércoles último apurar una prórroga que fijó el 31 de marzo próximo como fecha para las internas, convocadas originalmente para el 16 de este mes. La prórroga, en rigor, está en línea con la postura del vianismo, que apostaría a una judicialización que congele en el tiempo la imagen actual del partido, con un puñado de dirigentes autoelegidos manejando la estructura a discreción. No obstante, recordando el dicho popular en el ambiente futbolero, “el contrario también juega”, se estima que esta estrategia podría quedar en aguas de borrajas ante el recurso de amparo que – con un voluminoso cuerpo de fundamentaciones- interpuso la lista de Marcelo Rodríguez actualmente en manos de la Justicia. Fuentes cercanas a este sector revelaron que Rodríguez, y la mayoría de los referentes de la lista, se mantiene recorriendo la provincia a la espera de que la Justicia Federal resuelva el amparo. La suspensión de dos integrantes de la Junta Electoral -por haber rechazado la impugnación a Rodríguez – principal medida con la que el sector de Irrazábal y Viana pensaba echar por tierra el proceso eleccionario- no pasaría la lente de la Justicia, a causa de que “es un tiro por elevación contra ellos mismos, que nombraron a los integrantes de la Junta”, explicó la fuente citada. La posibilidad de que el juez habilite los comicios para la fecha fijada inicialmente, el 16 de este mes, es poco probable, sin embargo, debido al retraso en la organización del acto electoral. Mucha agua pude correr bajo el puente, dada la carencia de acuerdos políticos de fondo, pero difícilmente el partido pueda ser recuperado como herramienta válida sin un proceso abierto y participativo de elecciones internas. La diputada Julia Perié, la tercera en discordia en esta contienda, dijo al respecto que las impugnaciones y manipulaciones de la fecha electoral no van por buen camino, en una interna en la que -opinó- deberían primar las convicciones y “no se tendría que tener miedo a que vote el afiliado”.No es un secreto, por otra parte, que Rodríguez cuenta con el aval del ala rovirista de la renovación, que apunta a ganar espacios en previsión de las elecciones del año entrante; y que apostaría a que en el nuevo ciclo político que se abriría en 2013, el aparato del PJ misionero estaría en condiciones de salir de la terapia intensiva.El panorama en la UCR no es menos traumático, ya que el funcionamiento interno el centenario partido está lejos
de seguir los criterios de democracia interna que lo distinguieron a través de la historia; y hoy estaría sufriendo una especie de vaciamiento causado no por el efecto del éxodo hacia la renovación, en 2003 y años posteriores, sino por el estilo individualista de la actual dirigencia. El sector que responde al médico Osvaldo Navarro, que en las últimas elecciones ganó espacios internos confrontando con la unión de las dos líneas tradicionales, conducidas -respectivamente- por María Losada y el concejal Hernán Damiani, asegura que desde que éste último asumió la presidencia partidaria, los concejales y diputados toman las decisiones cada uno por su lado, sin participación de la conducción partidaria.“Hoy el partido es una cáscara vacía”, dijo a este cronista uno de los referentes del navarrismo; puso como ejemplo del estado actual de la estructura partidaria que, al ser convocados por el Comité Capital para analizar la situación en el Concejo Deliberante, ante una pregunta sobre la orientación del voto para la presidencia en el próximo período, “la respuesta de los concejales fue que todavía no lo decidieron y lo comunicarán a su debido momento”.En el navarrismo sospechan que los concejales del partido ya cerraron el acuerdo para votar a la oficialista Maggie Solari, como también en la Cámara en la sesión especial del 10 de diciembre el diputado Pastori repetiría el gesto de nominarse a sí mismo. En este contexto, se supo que tras participar de la última y reciente convención partidaria en Buenos Aires, Damiani trajo al partido la versión “de la que se está hablando con insistencia en el partido”, de que las elecciones parlamentarias del año próximo se podrían adelantar para el mes de mayo. “Sobre esta base de dimes y diretes, y con acuerdos que ya se hicieron con otros sectores sin consenso interno, el partido no saldrá del impase actual”, dijo un dirigente. El radicalismo misionero, en este sentido, sigue sin debatir internamente los términos del dilema político electoral que baja desde el Comité Nacional (donde un sector de la dirigencia apuesta a una alianza de centro izquierda con el socialismo y fuerzas afines, y otro alientan un frente de centro derecha con el macrismo) que hizo caer a la reciente convención nacional en un bochornoso pugilato entre correligionarios. La crisis política de una oposición atomizada y sin un coherente programa de respuesta al modelo del kirchnerismo se trasluce en estas idas y venidas de los dos principales partidos nacionales en Misiones, circunstancia a la que hay que agregar un escenario electoral volátil y una fractura de la representación política que emergió del panorama terminal de 2001 y no termina de sanar.





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