OBERÁ. La ocasional aparición de un empleado evitó el asalto a una heladería situada en calle Larrea 376 de esta ciudad, cuando el reloj marcaba las 12.45 del lunes pasado, informó el departamento Prensa de Jefatura.Un joven con el rostro al descubierto, con un casco de moto en la mano, ingresó al local de la heladería JB y fingió ser un mero cliente.Sin embargo, a menos de dos metros de la empleada, sacó un arma de fuego y apuntó directo a la humanidad de ella.Obviamente, exigió la entrega del dinero que había en la caja. Para él, todo hubiera salido perfecto de no haber mediado la aparición de otro empleado del lugar.El ladrón, quizás sorprendido por esta situación, desistió de su accionar y huyó con las manos vacías.Todo indica que desapareció al mando de una moto, aunque no se descarta que hubiera contado con la complicidad de otro sujeto.Más allá del susto, no hubo que lamentar heridos de ninguna naturaleza. Los efectivos investigan la zona en busca de ocasionales testigos que pudieran aportar mayores datos acerca de la moto en la que se dio a la fuga. Por estas horas los investigadores no descartaban que el mismo y peligroso individuo sea el que perpetró hechos similares.En el caso intervino personal de la comisaría seccional Primera de la Capital del Monte.





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