COMANDANTE ANDRESITO. Ramoncito y su familia llevaban tres años esperando que las autoridades y funcionarios correspondientes a Salud y Acción Social les provean de una silla de ruedas acorde a sus necesidades y les garanticen la asistencia médica y social correspondientes a su condición, pero la burocracia reinante y el lamentable desinterés de algunos funcionarios fueron los factores determinantes de esta larga demora. Luego del informe publicado por este medio hubo rápidas gestiones y en quince días se solucionó aquello que llevaba tres años de espera. Ahora dispone de la silla de ruedas especial que necesitaba, asistencia médica y social.“Nos cambió la vida”Ramón Marciaki tiene diagnosticada parálisis cerebral y desde 2010 tenía indicado por la junta médica evaluadora una silla de ruedas tipo camilla y rehabilitación.Cansados de realizar gestiones sin resultados positivos, Agustina y Alcides, los padres de Ramón, recurrieron a una radio local (FM San Martín) y a PRIMERA EDICIÓN confiando en que la difusión de su problemática sensibilizaría a las autoridades y traería aparejada la solución. Y así fue. A partir de la socialización de las necesidades de esta familia, desde el municipio de Andresito se iniciaron las gestiones que rápidamente se concretaron trayendo respuestas efectivas al pedido de la familia.“Estoy más que agradecida, estoy feliz, mi hijo recibió la silla que necesitaba, la doctora está viniendo acá a hacerle los controles, nos están ayudando con los pañales, con los remedios, el intendente se puso a nuestra disposición, el director del hospital también, ahora sí Ramoncito está recibiendo la ayuda que necesitaba, la verdad, nos cambió la vida”, expresó emocionada Agustina.Por su parte, Alcides indicó que “estoy contento, alegre y muy agradecido con toda la gente que nos dio una mano, desde la radio y ustedes con el diario, hasta el intendente que corrió para conseguirnos rápidamente la silla y el director del hospital que dispuso la organización para que a Ramoncito le hagan los controles acá en casa, evitando estos casi treinta kilómetros que nos veíamos obligados a trasladarnos para hacerlos, lo único que me resta para decir es gracias, muchas gracias”.“Nuestra función no terminacon la entrega de la silla”PRIMERA EDICIÓN dialogó también con el doctor Mendoza, director del hospital de Comandante Andresito, quien contó que “gracias a Dios en muy pocos días pudimos resolver un problema que, como fue publicado, llevaba años de trámites engorrosos y burocráticos que no daban solución ni reflejaban la dura y difícil situación que vivía la familia de Ramoncito”.“A partir de tomar conocimiento de la situación se pusieron en marcha todos los mecanismos disponibles tanto en la intendencia como en el hospital para brindar las soluciones y la atención que Ramoncito y su familia requieren” y para finalizar agregó que “nuestra función no termina con la entrega de la silla de ruedas, al contrario, recién comienza, a partir de ahora nos comprometemos a realizar las correspondientes visitas médicas periódicas y asistencia social permanente”.Donde hay una necesidad hay un derechoMuchas veces la vorágine burocrática y la falta de ánimo de los responsables provocan interminables esperas como ejemplifica el caso de Ramón.Donde hay una necesidad, hay un derecho; un derecho que habla a su vez de una obligación del Estado que debe garantizar la solución y el acompañamiento necesarios para las problemáticas existentes, sobre todo en lo referente a derechos humanos básicos como salud, educación, seguridad, trabajo y vivienda.





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